En noviembre de 2018, el Departamento OS-7 de Carabineros golpeó el corazón de una de las bandas dedicadas al narcotráfico más peligrosas de Santiago, "Los Lobos". La policía evaluó su patrimonio en $ 450 millones y los despojó prácticamente de todos sus bienes e inmuebles, neutralizando no solo su poder de fuego, sino también su negocio.
Este caso provocó un quiebre en cómo la policía debía entender el nuevo mercado del narcotráfico, pues atacando el patrimonio se lograba neutralizar los procesos de distribución de la droga.
Es por eso que desde marzo se comenzó a trabajar en un plan, en que el se integró a la Fiscalía Nacional y a la Unidad de Análisis Financiero (UAF), pues el gobierno también se interesó en el tema. El Ministerio del Interior, incluso, consignó la tarea de "promover la persecución patrimonial de narcotraficantes" en las modifi- caciones a la ley de drogas.
La propuesta de Carabineros y la Fiscalía Nacional llegó la semana pasada a manos del subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla. Se propuso la "enajenación temprana" de los bienes de los narcotraficantes, en el marco del plan llamado "Modelo de zonificación de intervención antidrogas y lavado de activos".
Esto quiere decir que se requisarán sus bienes, se congelarán sus depósitos a plazo y se incautarán sus cuentas corrientes una vez que sean detenidos, a la espera de que termine el proceso investigativo en su contra. De resultar una condena, ese patrimonio pasará a manos del Fisco.
La propuesta de Carabineros y la fiscalía busca integrar a distintos actores. Lo que se quiere es que exista una "alianza y coordinación estratégica" también con Aduanas, el Servicio de Impuestos Internos (SII), la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y la Dirección General de Territorio Marítimo.
La propuesta de enajenación de bienes, sin embargo, no será aplicada de manera inmediata. Se establecerá una primera fase de acción, en la que se localizarán distintas zonas de la capital donde se levantará información sobre los clanes y organizaciones criminales que allí existen. Luego se hará un análisis patrimonial de cada grupo, hasta determinar cuáles son sus inversiones y bienes activos. El objetivo es llegar a las agrupaciones delictuales que generan un "lavado" emergente, que muchas veces mueve grandes sumas de dinero en efectivo, pero de manera fraccionada.
Además, se pretende que una vez que se efectúe un decomiso o la detención de integrantes de un clan narco, Carabineros no solo concurra al lugar con efectivos policiales de orden y seguridad, sino también con peritos especializados en lavado de activos.
En la Fiscalía Nacional, quienes están a cargo del programa son las unidades de lavado de activos y de drogas. El jefe de la Unidad Antidrogas, Luis Toledo, explica que "lo que más les duele a las bandas es su poder adquisitivo. La experiencia sindica que el fruto de este trabajo será estructurar un conjunto de elementos para atacar el corazón de estos grupos".
Además, el plan propone que tanto Carabineros como la fiscalía tengan indicadores comunes de gestión y que ambos sean evaluados de la misma manera una vez finalizado el caso.
Reuniones con la UAF
Además de presentar el plan al gobierno, Carabineros y la fiscalía también sostuvieron dos reuniones con la UAF.
El objetivo de integrar a este organismo es trabajar en modificaciones legales que permitan, entre otros aspectos, incorporar a las automotoras como "sujetos obligados a reportar". Es decir, que cuando se hagan compras millonarias en efectivo en estos lugares, las automotoras lo reporten como operación sospechosa.