En el último clásico en el Estadio Monumental, disputado entre Colo Colo y Universidad de Chile el 25 de agosto de 2018, hubo un hecho que llamó la atención: la Garra Blanca lanzó fuegos artificiales a metros del arquero azul, Johnny Herrera, y amenazó con suspender el partido que terminó ganando el local. Sin embargo, la historia tras el ataque pasó inadvertida.
Según distintas fuentes policiales, los barristas lanzaron los elementos pirotécnicos como una manera de amedrentar al portero por sus dichos sobre la balacera que pocos días antes había ocurrido en el centro de entrenamiento de la U. El futbolista aseguró que los responsables eran hinchas albos.
Para prevenir este tipo de hechos, el Departamento OS-9 de Carabineros entrará de lleno en la investigación de los grupos delictuales que se cobijan en las barras bravas. Los objetivos son dos: prevenir que estos grupos ingresen a los estadios, al proporcionar al Ministerio Público los antecedentes que los vinculen con delitos (por ejemplo, el tráfico de armas), y perseguir ilícitos como las amenazas.
El jefe del OS-9, coronel Juan Francisco González, explicó que "si tenemos información de determinada gente que está ingresando al estadio, se tomará el procedimiento respectivo, alertando a los carabineros que están en el lugar. Esto para que ejerzan los controles dentro del marco legal que corresponda. Si es una información que permita acreditar la existencia de un hecho punible, ya formalizado o ya denunciado ante la fiscalía, se canalizará con el ente persecutor para hacerles llegar un informe".
Al actuar bajo el amparo de la Ley de Armas, los policías buscan desarticular a estos grupos no solo por el porte de pistolas, sino también por la comercialización y el uso de elementos pirotécnicos no autorizados.
Bajo esta legislación, explicó el jefe del OS-9 de Carabineros, "si tiene que ver con la Ley de Armas, se pueden pedir medidas intrusivas (como la escucha telefónica u otras técnicas). Con esto se puede prevenir la ocurrencia de delitos".
Las amenazas también constituyen un foco investigativo que preocupa. Por ejemplo, el 5 de septiembre Carabineros detuvo a cinco personas por las amenazas de muerte que recibió el gerente general de Azul Azul, Felipe de Pablo.
Los detenidos fueron formalizados por el delito de amenazas y, según información policial, integrarían la barra Los de Abajo. De esas cinco personas, cuatro registraban detenciones previas, uno incluso por cuasidelito de homicidio y por Ley de Violencia en los Estadios.
El jefe del Departamento Estadio Seguro -entidad perteneciente al Ministerio del Interior-, Cristóbal Lladser, valoró la iniciativa de la policía uniformada. "Nosotros estamos encargados de coordinar a las instituciones involucradas en la seguridad, donde cada uno asume el rol que la ley le otorga. Y en ese sentido, como gobierno, siempre estaremos abiertos a las acciones de cada institución con el objetivo de mejorar las condiciones de seguridad al interior de los estadios".
Sobre la indagación que iniciará el OS-9, el diputado Matías Walker (DC) señaló que "me parece muy relevante que se haga una investigación de este tipo".
"Es un hecho público y notorio que gran parte de las disputas dentro de las barras bravas no ocurren por la contienda de liderazgo en el apoyo deportivo, sino por el monopolio, por ejemplo, del tráfico de drogas. Además, es muy importante que los dirigentes apliquen el derecho de admisión que promulgamos en la Cámara", aseveró.