Para muchos, la presencia del cardenal Francisco Javier Errázuriz resultaba vital en la reunión de los obispos chilenos con el Papa Francisco, que está a cuatro días de comenzar, ya que él encabezaba la Iglesia de Santiago cuando se desarrolló el grueso de la investigación canónica contra el sacerdote Fernando Karadima. Sin embargo, el prelado no solo confirmó a La Tercera que no asistirá, sino que hace dos semanas también le entregó un nuevo informe respecto de este tema al Pontífice.
En efecto, desde este lunes 14, en el Vaticano, con una orden y programa que aún no se conocen, y hasta la mañana del jueves 17, los obispos chilenos comenzarán a sostener una serie de reuniones con el Papa Francisco. Todos fueron convocados de forma extraordinaria por el Pontífice , quien les informará sus conclusiones respecto del informe que le entregó el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, en relación a la actuación del obispo de Osorno, Juan Barros, y las denuncias relativas a un eventual encubrimiento de Karadima.
Se espera que esta instancia sea decisiva en un eventual reordenamiento de la Conferencia Episcopal (Cech) y de la forma como se aborda el tema de los abusos, lo que incluso podría significar la salida de algunos obispos de su cargo.
En ese contexto, Errázuriz, arzobispo emérito de Santiago, indicó este miércoles que no participará en el encuentro. Y una de las razones que adujo fue que en su reciente estadía en esta sede apostólica de la Iglesia Católica, hace dos semanas, para participar en el C9 (el grupo de nueve cardenales que asesora al Papa en la reforma de la curia romana), ya le entregó al Pontífice un documento referido al caso Karadima y su repercusión en el país.
El cardenal señaló que "el Papa les pidió a los obispos en ejercicio que fueran a Roma, a encontrarse con él. Invitó también a los eméritos que quisieran y pudieran participar. Yo regresé de Roma hace nueve días. Y, cumpliendo con un deseo suyo, dejé en sus manos un largo informe sobre el proceso al padre Karadima y las ramificaciones del caso. Por eso, ya le entregué mi aportación".
Este documento, que el cardenal Errázuriz entregó personalmente en el Vaticano, consta de 14 páginas. Además, en el entorno del prelado se añadieron otros factores. Uno, es que como para este viaje los obispos deben costear tanto los pasajes como su estadía, aquellos activos (viajan 31 de los 33) cuentan con diócesis y comunidades que eventualmente los pueden apoyar con esos gastos, lo que es más complejo en el caso de los eméritos.
Trascendió que Errázuriz alcanzó a tener algunas conversaciones preliminares con el obispo auxiliar de Santiago y secretario general del Episcopado, Fernando Ramos, por un eventual viaje, y que este le informó que los aposentos en la Casa de Santa Marta, en el Vaticano, estaban ocupados.
Soledad Errázuriz, directora ejecutiva de la Fundación Voces Católicas, respecto de la ausencia del exarzobispo de Santiago, señaló que "llama la atención que el cardenal Errázuriz, con la relevancia que tiene, se reste de una instancia tan importante para nuestra Iglesia, que el mismo Papa convoca y preside".
Juan Carlos Claret, vocero de la agrupación de laicos de Osorno, que se opone a la designación del obispo Juan Barros, indicó que "es lamentable que el cardenal no asista, ya que se trata de un momento importante para enfrentar las responsabilidades. Nosotros esperamos que el Pontífice tome las determinaciones no en virtud de la prudencia pastoral ni de la presencia o ausencia de las personas, sino en relación a las necesidades de la Iglesia".