Por casi cuatro meses se extendió la cuarentena en Viña del Mar. Fueron 123 días, en los cuales la ciudad balneario debió paralizar sus rutinas para frenar una fuerte alza de los contagios por coronavirus. Con el levantamiento de la restricción, vuelve la libre circulación de sus habitantes, así como la reactivación de numerosas actividades comerciales. Pero no todas. Al menos 500 locales no reabrirán tras el fuerte impacto financiero que sufrieron sus negocios producto del largo confinamiento.

La clásica sastrería García Vellella es uno de estos casos. Luego de 45 años de trayectoria en la ciudad decidieron bajar la cortina. Y ya es un hecho evidente para quienes transitan por el sector: sus amplias vitrinas, por primera vez, están vacías.

“El arriendo estaba muy difícil (más de $ 3 millones al mes). No nos prestaron más dinero y tuvimos que cerrar, lisa y llanamente. Sin eventos no se puede vender ropa”, asume Fidel García (59), dueño del recinto y tercera generación del “traje a la medida” de la Ciudad Jardín.

De gamuza alemana y lana australiana, el empresario pasó a vender aceite y huevos con miras a retomar, cuando sea posible, sus servicios. “Podría ser en un espacio mucho más reducido, como un departamento, pero eso no sería ni ahora ni en el próximo año”, contó García.

Han sido malos tiempos para este rubro. Según explica el presidente de la Cámara de Comercio de Viña del Mar, Rodrigo Rosas, con el levantamiento de la cuarentena será más evidente para los residentes la realidad de los locatarios, pues quedarán en evidencia los locales que no levantarán, definitivamente, sus mallas y vitrinas.

Tenemos el catastro de 500 locales cerrados, que no van a volver este año, porque fueron entregados a los arrendatarios. Así de simple. Es una realidad muy cruda. Muchos locales están en tribunales, por el no pago de arriendos, donde se están viendo posibles acuerdos

Presidente de la Cámara de Comercio de Viña del Mar

Agrega que las políticas de ayuda que desplegó Corfo solo llegaron “al 33% de las empresas que lo necesitaron; los apoyos han sido austeros, considerando que Viña del Mar tiene una vocación turística”.

El líder de los empresarios también entrega un duro balance sobre la fiscalización en pandemia: “Tuvimos a la gran mayoría del comercio con cero actividad, sólo ganaron los supermercados. El daño que se nos hizo es irreparable”, sentenció.

El municipio de Viña del Mar desplegó planes de reactivación. Foto: Dedvi Missene

Reencuentros

En la Av. San Martín, en las inmediaciones del Casino Municipal, el conocido “Diego Pizza” tampoco reabrirá. Así lo indican en su sitio web: “Queridos amigos, nos volveremos a encontrar”.

El local fue entregado hace unos meses y desde la administración relatan que tanto desde el punto de vista turístico como gastronómico es una pérdida. “Muchas generaciones crecieron comiendo en ‘Diego Pizza’. Teníamos nuestro famoso rincón para niños que, de seguro, muchos extrañarán, pero no se puede seguir así como estamos”, indican.

Muy cerca de ellos aparece el hotel boutique “LV”, que también saldrá del mercado. Sus dueños -los mismos del bar “Locos x Viña”- explican que los disturbios del pasado verano marcaron el inicio de las pérdidas del negocio.

“Volver a echar a andar un negocio con estas características es difícil, porque hay que seguir cumpliendo con costos asociados. Por más que quisimos continuar, se iban cayendo las reservas, había una situación de distancia e inseguridad”, explica la administradora, Valentina Riquelme.

Al rescate

La alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, sostiene que alertó a las autoridades centrales sobre la crítica situación del comercio local, que es un sector crucial en una localidad eminentemente turística. Por ahora, el cierre al tránsito vehicular de las principales avenidas, para privilegiar a peatones y turistas, se ha considerado como la herramienta más concreta para ir en “rescate” de los locatarios que intentan mantener sus negocios a flote.

“Lamentamos cada cierre de local, ya que detrás de estos establecimientos hay mucho esfuerzo y mucha historia; hay trabajo, puestos laborales y, lo que siempre se debe tener presente, hay personas y familias”, dice Reginato. Y añade que “por ello, desde el municipio estamos fortaleciendo la articulación entre los comerciantes y emprendedores con entidades del Estado, las cuales tienen las herramientas y los recursos para ir en su ayuda, y también estamos desplegando un Plan Integral de Prevención y Activación Económica para la apertura del comercio y los servicios turísticos, para potenciar a la comuna, cuando las condiciones sanitarias lo permitan”.