Caso Bruma: nuevos hallazgos acrecientan sospechas de familiares sobre responsabilidad de tripulantes del Cobra
En la hélice del pesquero se encontró material que correspondería a la lancha que naufragó en las costas de Coronel. Querella de familias fue admitida a trámite y se insiste en pericias en dique seco.
“La verdad va a salir a la luz. No se puede tapar el sol con un dedo”. Esas son frases que hoy se repiten en el entorno de las familias de los siete pescadores que permanecen desaparecidos tras el naufragio de la lancha Bruma en las costas de Coronel, el 30 de marzo pasado.
Es que a pesar de que resienten el término formal de la búsqueda que se llevaba adelante, durante la última jornada conocieron de hallazgos que, para ellos, reafirman la hipótesis que han planteado desde un inicio: que sus seres queridos ya no están debido a acciones de tripulantes del pesquero Cobra. Así, aseguran, se acercan a que se establezca lo que realmente ocurrió y que se fije la responsabilidad.
En concreto, según confirmó Claudia Urrutia, dirigenta de los bacaladeros del Maule y vocera de las familias de los tripulantes de la lancha, de la hélice del Cobra se extrajo material correspondiente al Bruma, lo que sería una nueva prueba de que dicha embarcación los impactó y luego arrastró.
Si bien aquello deberá ser objeto de las pericias que lleva adelante la PDI, en el marco de la indagación dirigida por la fiscal regional del Biobío, cercanos a las familias lo catalogan como un elemento contundente. Insisten, por lo mismo, que se lleve al Cobra a tierra para que realicen pericias en dique seco y así se evite la posibilidad de que se pierda material valioso para la indagatoria.
Dicha diligencia, cabe hacer presente, fue solicitada formalmente al Ministerio Público en medio de la querella que estamparon los familiares, vía representación del abogado Rafael Poblete, y que durante la jornada del jueves 17 de abril fue declarada admisible por el Juzgado de Garantía de Coronel. Ahí apuntan directamente en contra de los tripulantes, por el delito de homicidio con dolo eventual y homicidio por omisión.
La querella
En medio de la arremetida judicial de las familias, se hace presente que no resulta creíble que el Cobra no fuera capaz de detectar la presencia Bruma, ni menos que no pudieran actuar una vez que se produjo la colisión.
“No resulta justificable que el capitán, ni la tripulación a su cargo que iban en el puente de mando a la hora del siniestro, no fueren capaz de percatarse que en su trayecto estaba fondeada una embarcación menor que podrían impactar, hecho que era perfectamente previsible, no obstante lo cual, en condiciones de oscuridad, mal tiempo, mal agitado, oleaje, no llevaban una adecuada vigilancia de manera que el Cobra pasó por encima y arrasó a la nave menor de madera, provocando su destrucción total, hundimiento y la desaparición de sus tripulantes”, se lee en el escrito de 19 carillas.
Se afirma, en el mismo sentido, que el capitán incumplió varias obligaciones legales y reglamentarias. “No hay duda que incurrió en imprudencia temeraria que exceden el reproche de una mera culpa por infracción de reglamentos, ya que infringió: i) la obligación de reducir la velocidad de noche, cuando existe baja visibilidad en el mar; ii) la obligación de mantener una correcta sintonía del radar para la detección a distancia de otras naves que naveguen o se encuentren en las cercanías de su propio buque”.
El reproche que, para ellos, le cabe al capitán “excede del propio de una figura cuasidelictual”, ya que las consecuencias del “abordaje” habrían sido totalmente evitables, recalcan. “Atendida su experticia y conocimiento de dicha zona, debió necesariamente haberse representado las consecuencias negativas del desvalor de su acción, no obstante lo cual no adoptó las precauciones que debía, asumiendo las consecuencias negativas de la misma”, aseguran.
Hacen hincapié, igualmente, en que los registros dan cuenta de que el Cobra redujo su velocidad de 11 a 8 nudos, lo que podría explicarse, para ellos, por dos cuestiones. O el impacto con el Bruma los “frenó” o redujeron la velocidad tras percatarse de que habían golpeado algo y aún así no se detuvieron para analizar lo ocurrido y eventualmente prestar ayuda. Por ello, dejan constancia de que estarán a la espera del análisis que se haga de los registros de las cámaras que por norma debe portar el Cobra.
Esto, como también se indica en la querella, porque tampoco alertaron de lo que los hizo reducir la velocidad y cambiar el rumbo, pese a que sí debían hacerlo.
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