Este viernes, ante el Juzgado de Garantía de San Bernardo, se está realizando la audiencia de formalización contra el ex capitán de Carabineros, Patricio Maturana, imputado por las lesiones que sufrió Fabiola Campillai, quien perdió la visión y sufrió una fractura nasal el pasado 26 de noviembre en San Bernardo, y quien fue detenido en las últimas horas por parte de personal de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones.
El Ministerio Público imputó cargos contra Maturana debido a su participación como miembro del equipo de Fuerzas Especiales de Carabineros el día de los hechos, y es indicado como el funcionario que disparó una bomba lacrimógena al rostro de la víctima. Por dicha acción, fiscalía le imputó cargos por el delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas.
De acuerdo a lo detallado por la fiscal de Alta Complejidad de la Fiscalía Metropolitana Occidente, Paola Zárate, Maturana se encontraba en la intersección de Avenida Portales con Fermín Vivaceta cerca de las 20.00 horas de ese día.
Según lo sostenido por la persecutora, “contraviniendo las disposiciones del manual para el control del orden público, en lo que respecta del uso debido del armamento no letal”, el capitán Jaime Fernández, quien estaba a cargo del procedimiento, utiliza su carabina lanzagases contra un grupo de manifestantes ubicado a una distancia de 100 metros.
Posteriormente, Fernández dio la orden de disparar una segunda vez, la que fue ejecutada por el teniente Jorge Garrido, quien también portaba el mismo tipo de armamento. Finalmente, a las 21.30 horas, fue Patricio Maturana quien efectuó un disparo, impactando en el rostro a Campillai, quien se encontraba a 51 metros de distancia, en la intersección de calles Fermín Vivaceta y Ángel Guido.
Zárate señaló que dicha acción se realizó con la presencia de manifestantes y “sin que por ello se estuviera afectando la libre circulación de transeúntes y vehículos ni se pusiera en peligro la vida o la seguridad de las personas que circulaban en ese momento en el sector, ni tampoco la de los funcionarios policiales”.
Afirmó que Maturana, “abusando de su cargo y con el propósito de proferir dolor, ejecuta un disparo con la carabina lanzagases que portaba, la cual es percutada de frente, en forma recta, dirigéndola directamente a las personas ubicadas en el lugar, en un ángulo inferior a 10 grados, sin realizar parábola alguna”.
Del mismo modo, la fiscalía indicó que, luego de percatarse del hecho, el grupo de funcionarios abandonó el lugar por instrucción de Fernández, quien además instruyó que se arrojara una granada de mano, la que cayó a los pies de la hermana de la víctima, Ana María Campillai, quien se encontraba solicitando socorro.
En cuanto a las lesiones, Zárate informó que “la víctima perdió la visión de ambos ojos debido al estallido de ambos globos oculares, presentando diversas fracturas de huesos de cara y cráneo, que provocaron cegera total y pérdida del sentido del olfato, así como diversas secuelas físicas y estéticas notorias que provocaron los impactos referidos”.
Del mismo modo, indicó que “de no haber mediado socorros eficaces y oportunos, las lesiones sufridas por la víctima pudieron ocasionarle la muerte”.