Fue a las 23 horas del miércoles 14 de noviembre que los investigadores de la Fiscalía Regional de La Araucanía comenzaron a perder la paciencia. En compañía de algunos efectivos de la PDI, necesitaban tomar declaraciones a los funcionarios del Gope que habían estado en el operativo que terminó con la vida de Camilo Catrillanca, en la comunidad Temocuicui, pero los carabineros no llegaban, a pesar de haber sido citados a las 19 horas.

Según distintas fuentes del caso, la razón que entregaron los carabineros para justificar su demora era que no podían salir de la comunidad, señalando que fue por eso que habrían tardado cinco horas en llegar a la fiscalía, presentándose a eso de la medianoche.

¿Estuvieron las cinco horas tratando de salir de la comunidad Temocuicui? ¿Dónde estuvieron esas cinco horas los funcionarios investigados tras la muerte de Camilo Catrillanca?

Estas son las preguntas que comenzaron a surgir durante esta última semana entre los peritos de la PDI y la fiscalía, y justamente para contestar esas interrogantes es que se decretaron algunas diligencias primordiales.

Para saber dónde estaban los carabineros antes de concurrir a declarar, la PDI requisó, a través de una entrega voluntaria, las cámaras de seguridad de la comisaría de Pailahueque, unidad de Carabineros ubicada en Ercilla. Según los primeros peritajes, habría indicios de que los efectivos del Gope habrían estado ahí antes de ir a la fiscalía y no todo el tiempo tratando de salir de Temocuicui.

También, la policía incautó los cuadernos de registro de visitas del cuartel para saber quiénes más estuvieron con los efectivos del Gope antes de prestar su testimonio ante la fiscalía.

Según las fuentes consultadas, saber qué pasó en esas cinco horas que los funcionarios policiales no llegaron es determinante para establecer en qué momento el sargento Raúl Ávila habría destruido la tarjeta de video que registró parte del operativo policial en que falleció Catrillanca.

General en la fiscalía

Cuando uno de los fiscales del Ministerio Público logró comunicarse con un coronel del Gope para saber si concurrirían a declarar los carabineros, además, se habría generado un particular roce: "¿Pero a cuántos carabineros quiere que le mande?", habría dicho el oficial, a lo que el persecutor respondió: a los que participaron en el operativo.

El oficial contestó seco: "Fueron 50", pero el persecutor no dudó en responder, "entonces mándeme a los 50".

Aunque no fueron 50 los que llegaron a la fiscalía ese día, sí se apersonaron cerca de 30 efectivos del Gope, pero no todos en igualdad de condición.

Los cuatro funcionarios del Gope que estuvieron en los hechos que terminaron con la vida de Catrillanca, y que posteriormente fueron dados de baja, concurrieron a la fiscalía con abogados. Al parecer, sabían a lo que iban.

Además, no solo la visita de los oficiales y suboficiales del Gope llamó la atención de algunos efectivos policiales y del ente persecutor, ya que no se tiene certeza por qué el director de Orden y Seguridad de Carabineros, general Christian Franzani, fue a la fiscalía mientras sus subordinados prestaron declaración.

Lo cierto es que Franzani viajó el miércoles en la noche, y según trascendió al interior de Carabineros, no habría nada irregular en su visita.