Ayer se cumplieron 18 días desde que fue visto por última vez el astrónomo y astrofísico Thomas Marsh (60), en el sector del Observatorio La Silla, en la Región de Coquimbo. El científico británico de la Universidad de Warwick aún permanece desaparecido y había llegado a Chile el pasado 14 de septiembre en calidad de astrónomo visitante, es decir, había postulado a un tiempo de observación en un telescopio del Observatorio Europeo Austral (ESO, por su sigla en inglés), en este caso en el New Technology Telescope (NTT). El permiso se le había concedido por cuatro noches, entre el 16 y el 20 de septiembre.
Marsh, que ya había estado varias veces en el país, según contó su colega chilena Odette Toloza, llegó acompañado de un estudiante de doctorado de la misma entidad de Warwick. “Es una persona joven, está muy afectado y como compañeros hemos decidido no presionarlo. No te imaginas estar envuelto en una situación como esta, de tener que reportar a alguien desaparecido y dar una declaración, especialmente sobre alguien que es tu mentor”, añade Toloza en declaraciones reproducidas por el Daily Mail Online de Reino Unido.
Toloza sostiene que Marsh apreciaba mucho estar en La Silla. “La importancia para él es la velocidad de los instrumentos” que hay ahí, además de “la rapidez con que pueden tomar imágenes”. Cada vez que Marsh viajaba a Chile “aprovechaba para llevar a sus alumnos, y esta vez fue con un estudiante de posgrado de primer año”, agrega la astrónoma que hoy reside en Alemania.
El joven de 23 años fue el que dio el aviso de la desaparición de Marsh a las autoridades en la madrugada del sábado 17. Ambos debían encontrarse a tomar desayuno y luego trasladarse hasta el observatorio. Ahí debían calibrar los instrumentos para las sesiones de trabajo que tendrían durante las cuatro noches que se venían.
El estudiante prestó declaraciones en calidad de testigo, según ha precisado en varias oportunidades la fiscalía, y abandonó el país hace algunos días. Desde la entidad persecutora no han revelado su identidad. “No podemos, porque como es testigo en la causa, la fiscalía no puede entregar esos antecedentes a terceros no intervinientes”, dicen. Y tampoco han dado detalles del día que el joven dejó el territorio nacional ni del destino que tomó.
Hasta ahora no hay evidencias que involucren al joven con la desaparición del académico, por lo cual no existe una investigación en su contra que lo obligue a mantenerse en Chile, pese a que hay versiones que indican que habría tenido una fuerte discusión con Marsh el día anterior a su desaparición.
“Efectivamente, el Ministerio Público no puede revelar dónde se encuentra, pero sí puedo señalar que estuvo siempre disponible para la investigación y va a estar disponible ante las autoridades competentes para identificar cualquier asunto que debamos ratificar o ampliar su anterior declaración. Él sigue manteniendo la calidad de testigo, mientras no haya evidencia de un crimen o simple delito cometido”, sostuvo el fiscal regional de Coquimbo, Adrián Vega.
“De ninguna manera podemos impedir el libre viaje de una persona o evitar que salga del país si esa persona no está acusada de nada. El estudiante no está acusado de nada (...) (Esta) es una investigación larga, se han tomado muchas declaraciones y no existe un antecedente de alguna discusión o de una especie de altercado que nos diera un móvil para pensar algo distinto a cualquier conversación entre profesionales”, redondeó.
Desde la Universidad de Warwick, la rectora Christine Ennew alabó el trabajo hecho por la fiscalía y las policías chilenas. “Me gustaría ofrecer mi más sincero agradecimiento a los equipos de búsqueda chilenos por sus esfuerzos hasta la fecha. Sé lo terriblemente preocupante que es este momento para la familia de Tom, sus colegas y amigos. Estamos en contacto regular con su esposa y continuamos ofreciendo a la familia todo nuestro apoyo”.
Agregó que “los colegas de toda la institución también están trabajando arduamente para ofrecer apoyo práctico y logístico y recursos para ayudar en la búsqueda, en estrecha colaboración con la policía, el Observatorio Europeo Austral (ESO, por su sigla en inglés), las autoridades chilenas y, por supuesto, lo más importante, la familia de Tom”.
Desde ESO se limitaron a informar que “el personal está en contacto regular con ellos (la familia de Marsh) y les ha ofrecido todo su apoyo”.
La búsqueda continúa
Desde fiscalía confirmaron que la búsqueda se mantiene con los mismos recursos, tanto humanos como tecnológicos. En el sector precordillerano están desplegados detectives de la Brigada de Homicidios La Serena, junto a peritos de distintas especialidades del Laboratorio de Criminalística Regional. De forma paralela se realiza una búsqueda a cargo de distintos grupos especializados de Carabineros y el apoyo del avión vigía C-52, que cuenta con cámara térmica, además de gente especializada en alta montaña del Ejército de Chile, guías con ejemplares caninos y drones.
“La búsqueda continúa hasta que se agoten todas las posibilidades. Estos no son tiempos definidos y se analizará una vez que se agoten todos los medios, y eso no ha sucedido. Entonces no se puede dar un plazo o una proyección del tiempo que estaremos en la búsqueda del ciudadano británico”, dijo el fiscal Vega en su última comparecencia ante los medios de prensa.
Por ahora, la superficie de búsqueda se concentra en poco más de 3.000 hectáreas de terreno, ubicados a 2.400 metros sobre el nivel del mar. Y la principal tesis respecto de su desaparición sigue siendo el trekking.
Y Vega añade: “Esperamos que en los próximos días podamos avanzar a través del área hasta que tengamos que descartar la idea de que el señor Marsh se haya ido de excursión. (Aún) no hay evidencia que nos lleve a pensar que no está vivo. Seguimos buscando a una persona que se encuentra viva y perdida con todos los medios que tenemos a nuestro alcance, para poder darle tranquilidad a su familia. Estamos en contacto permanente con ellos”.
“Que se encuentre con vida no es una tesis, es un hecho si es que yo no tengo evidencia de que él esté fallecido”, finalizó el fiscal Vega.