La última vez que se vio con vida a Fernanda Maciel en las cercanías de su comuna, Conchalí, fue el 11 de febrero de 2018. En las últimas horas su cadáver fue identificado por la autoridades policiales ante los medios de prensa. Pasaron exactamente 499 días desde esa jornada donde se le perdió el rastro a la joven embarazada.
Finalmente fue en el último lugar en la que fue vista con vida, una bodega ubicada en la intersección de las calles Puntiagudo con Llaima, el lugar donde hallaron su cuerpo en las últimas horas, enterrado bajo cemento y cal.
Esa esquina, ubicada en las cercanías de las calles Independencia y Cardenal José María Caro, terminaría siendo clave en las diligencias que llevó la Sección Encargo de Personas (SEP) de Carabineros y la Fiscalía Centro Norte en las últimas horas. Pero el hallazgo no fue para nada casual.
Fuentes de la investigación confirmaron a La Tercera que hace poco menos de un mes se realizó una diligencia clave. Durante varias jornadas se realizaron entrevistas al círculo cercano de la joven desaparecida, y especialmente, a personas ligadas a la mencionada bodega de Conchalí, lugar en el que al menos en cuatro ocasiones se realizaron distintas diligencias.
Las mismas fuentes confirmaron que estos interrogatorios se realizaron bajo absoluta reserva. Pero,¿por qué no se pudo localizar el cuerpo de la joven a pesar de la serie de pericias realizadas en la bodega?
Según lo relatado por personas cercanas a la investigación, este escenario era sumamente complejo porque el terreno ocupa un espacio de alrededor de 800 metros cuadrados, y además está repleto de basura y escombros, sumado al hecho que Maciel medía aproximadamente 1.50 metros, y además fue hallada en posición fetal, por lo que su cuerpo ocupaba un lugar ínfimo en relación al tamaño total de las dependencias. Las mismas fuentes relatan que nunca se dejó a la bodega como parte central de la línea investigativa.
"Hoy día nuevamente se dirigió un allanamiento en el sitio del suceso en el cual a ella se le vio ingresar por última vez el día 11 de febrero de 2018, pudiendo encontrarse enterrado, en el patio del inmueble, aproximadamente a 70 centímetros, el cuerpo de Fernanda Maciel", sostuvo la fiscal de flagrancia Centro Norte, Macarena Cañas al momento de dar a conocer a los medios que efectivamente eran los restos de la joven.
La persecutora añadió, respecto al tiempo transcurrido desde la desaparición hasta su hallazgo, que "para poder imputar el delito de homicidio es menester poder tener el cuerpo de la víctima, cuestión que no se había logrado hallar. Y evidentemente se desarrollaron otras líneas investigativas pensando que se había deshecho del cuerpo de una manera encubierta (...) de lo contrario no se puede imputar un delito de homicidio sin la presencia de un cuerpo".
Respecto al imputado por el caso, Felipe Rojas, se espera que hoy pase a control de detención a las 11.00 horas en el Centro de Justicia. La Fiscalía Centro Norte le imputará los delitos de homicidio e inhumación ilegal (entierro de una persona en una zona no regular conforme a la ley). Y no se descarta que se le impute el delito de aborto al sospechoso, debido a que la joven estaba embarazada al momento de su muerte. Según las fuentes consultadas, Rojas efectuaba trabajos para una persona que arrendaba dicha bodega.