Este martes, durante su visita a la Comisión de Salud del Cámara de Diputados, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, aseguró que el peak de Influenza ya había pasado, explicando que las cifras de la circulación daban cuenta que entre esta y la semana anterior las atenciones de urgencias por causas respiratorias habían disminuido un 14,5%, y las hospitalizaciones, un 3,2%.

Pero a pesar de la baja, los virus estacionales aún provocan una alta demanda asistencial: de las 4.455 camas críticas adultos habilitadas en el sistema integrado (público y privado), el 89,7% están ocupadas. Ahora, el panorama en la población pediátrica es más auspicioso, pues de las 756 camas habilitadas, el 71,4% están ocupadas.

Estos número evidencian que el panorama en comparación con el año anterior es muy distinto, pues en 2023 el virus que concentraba la circulación viral era el sincicial, el que afecta principalmente a los más pequeños. De hecho, el año pasado de los 3.092 casos que se pesquisaron durante esta misma semana epidemiológica, un 55% correspondía a este virus, y el 18%, a influenza. Y ahora los porcentajes cambiaron a 5% y 60%, respectivamente.

En lo que va del año, el Instituto de Salud Pública (ISP) ha pesquisado 11.074 casos de influenza, 2,3 veces más que en 2023, cuando en el mismo periodo se contabilizaron 4.637.

María Luz Endeiza, infectóloga pediátrica y jefa del Vacunatorio de Clínica Universidad de los Andes, confirma que en 2024 hay más consultas de influenza que el año pasado y que hay varias razones que explican la diferencia en la circulación: “Hay que recordar que el virus sincicial afecta a los más pequeños, y el año pasado este fue el virus que más afectó, porque se habían acumulado muchos niños susceptibles que no habían generado anticuerpos al no haber estado expuestos por la pandemia. Entonces, esos niños estaban conociendo por primera vez el virus”.

En ese contexto, la especialista añade que este año hay menos niños susceptibles, porque en 2023 se contagió un gran número y además, se ha logrado una buena cobertura del anticuerpo monoclonal: a principios de abril se inició la aplicación del Nirsevimab, medicamento que entrega protección a todos los recién nacidos y lactantes menores de 6 meses contra el virus respiratorio sincicial. Y desde entonces, el 87% de la población objetivo se lo ha aplicado.

Posibilidad de un nuevo brote

Aunque los números de contagios y atenciones van a la baja, la ministra de Salud aseguró que “esto no significa que no podamos ver un segundo peak en primavera. Hay años en que se ha producido (...) Eso también significa que tenemos que seguir haciendo esfuerzos para que la gente se proteja, porque la misma cantidad de personas que se contagia en la subida de la curva epidémica, se enferma en la bajada y, por lo tanto, tenemos que insistir en la vacunación”.

Por otra parte, Pedro Astudillo, médico broncopulmonar infantil de Clínica Indisa, advierte que las bajas temperaturas que se aproximan también podrían provocar un rebrote: “El frío deteriora los mecanismos de defensa de la vía respiratoria, por lo tanto, cuando hay un virus presente y uno se expone a bajas temperaturas, el virus hace más daño y produce enfermedades más severas que si estuviera en un ambiente más cálido”.

Aunque la influenza suele afectar más gravemente a la población más adulta, el experto explica que el aumento significativo de la bacteria Streptococcus pyogenes (bacteria asesina) puede agravar los cuadros que contraen los más pequeños: “Tal como se ha difundido en este tiempo, la influenza podría favorecer que los niños se sobreinfectan de esta bacteria, que son las que podrían causar enfermedades más graves”, puntualiza.

Por esto, tanto las autoridades como los especialistas insisten en que hay que seguir con la vacunación contra la influenza. Hoy, a más de tres meses de iniciada la campaña de inmunización, la cifra de vacunados ha sido motivo de polémica, ya que diversos expertos advierten que el ritmo ha sido lento y no se han alcanzado los niveles necesarios para proteger a la población. De acuerdo al último balance, se han inoculado 6.902.330 personas, lo que equivale al 78,3% del total de la población objetivo, que llega a 9.421.695 pacientes.