Desde que el Presidente Gabriel Boric anunció el martes pasado el proyecto de ley de Reorganización y Condonación de Deudas Educativas y nuevo Financiamiento para la Educación Superior, conocido como FES, y con el cual se pone fin al Crédito con Aval del Estado (CAE), parlamentarios, expertos y ex autoridades han lanzado diversos cuestionamientos a la propuesta.

La jornada de ayer, diversos economistas pusieron en entredicho el informe financiero que acompaña el proyecto, mientras que entre los expertos hay visiones encontradas sobre la propuesta, en especial sobre el monto adicional que algunos adscritos puedan pagar sobre el costo de la carrera.

En esta línea y consultado sobre por qué este proyecto no podría considerarse una reforma tributaria o un impuesto, y por qué no se podría terminar de pagar antes del período establecido, considerando además que en algunos escenarios las personas podrían terminar pagando por sobre el costo de su carrera, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo fue tajante en señalar esta mañana en entrevista con Radio Universo que esto “no es un crédito”, por lo que no se puede prepagar.

Y tampoco es un impuesto, afirmó, ya que “para definir lo que es un impuesto, uno tiene que entender que el impuesto es unilateral y el FES no es unilateral, es voluntario”. Incluso las instituciones pueden no querer ser parte de este sistema, añadió.

Además de esto, argumentó, el impuesto nunca está asociado a una contraprestación.

“El impuesto se cobra porque se cobra. Lo que hace el Estado con esos recursos está asociado a las distintas políticas públicas, pero no hay una contraprestación directa. Acá (con el FES) hay una contraprestació: el estudiante va a la universidad, no paga matrícula, no paga arancel y luego, desde que es egresado, contribuye para poder sostener un modelo de financiamiento que va a permitir que nuevos estudiantes puedan estudiar”, explicó. “Por lo tanto, no podría ser considerado un impuesto. No es un impuesto”.

Casi un millón de personas han solicitado el CAE desde su creación, en 2006.

Así, destacó la autoridad, con este nuevo mecanismo se van a generar ingresos “que hoy día no está generando el antiguo instrumento y que esto va a permitir reducir la cantidad de gasto fiscal que hoy día estamos teniendo en materia de financiamiento estudiantil a la educación superior”.

Actualmente recordó la autoridad, con el CAE, “todos los estudiantes hoy pagan más de lo que le costó su carrera”.

“Todos pagan más, porque pagan intereses, incluso una parte importante de este mismo segmento del que estamos hablando paga copago (...) Es decir, todas las personas que estudian hoy día con CAE pagan más de lo que le costó la carrera”, recordó.

En contraste, con este nuevo sistema, “van a haber algunas personas, no muchas, porque estamos hablando de los salarios más altos que pueden pagar, van a terminar contribuyendo -no pagando- contribuyendo más de lo que le costó su carrera”, sin embargo, “la gran mayoría va a estar bordeando las cifras que tienen relación con el costo real de la carrera”.

“Por eso es que esto no está asociado a una deuda. No es una deuda personal, es una contribución respecto a una contraprestación que se hace, que es que permitir que los estudiantes puedan estudiar en la universidad sin tener que preocuparse de cómo la financian durante ese periodo”, expresó.

En esta línea, Cataldo expresó que por lo mismo esto “no debería ser una señal de incentivo a la informalidad porque las personas, si tienen un trabajo estable como la mayor parte de los profesionales, nadie va a querer salir de ese trabajo formal porque va a poder pagar 10.000 pesos menos o 10.000 pesos respecto a si hubiese estado en otro modelo”.

“Las condiciones que plantea este proyecto son mejores que las condiciones que tenemos hoy”, añadió.

Consultado sobre la reacción de los rectores sobre el proyecto y el efecto que tendría en el financiamiento de las universidades considerando los aranceles y su costo, Cataldo destacó que los parámetros se pueden ir ajustando-

La mayor parte de los rectores han manifestado que están de acuerdo que hay que mirar todavía los parámetros como operan. No han sido la mayor parte de los rectores los que han señalado una crítica dura o drástica al proyecto. Ahora, eso es parte de la discusión”, expresó “Creo que eso sería totalmente contraproducente para efectos de hacer exitosa la política pública. Y obviamente, los parámetros siempre se pueden ir ajustando para arriba o para abajo para efectos de poder también controlar los efectos que va a tener sobre el conjunto del sistema”.