Falsas promesas laborales, engaños, trabajos forzados y prostitución son algunas de las situaciones que han vivido quienes han sido víctimas de la trata de personas en Chile. Según las cifras de la Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana (Bitrap) de la Policía de Investigaciones (PDI), las causas por este delito han aumentado de nueve casos en 2017 a 47 en 2018.
Respecto de las causas relacionadas al tráfico de migrantes, estas subieron en un 28,5%. De 56 investigaciones en 2017 a 72 en 2018.
El jefe de la Bitrap, Giordano Lanzarini, explica que este es "un tipo de esclavitud moderna, donde no hay látigo ni cadenas, y la persona ejerce una función en contra de su voluntad".
El ilícito tiene tres posibles fines: explotación sexual, laboral y tráfico de órganos, aunque este último caso no se ha dado en el país. En Chile el 100% de las víctimas han sido extranjeros.
Lanzarini agrega que en el aumento de estos delitos influye la mayor cantidad de extranjeros en el país, junto con la mayor difusión de estas prácticas que ha incrementado el número de denuncias. El comisario también explica que, si bien hay más casos relacionados a la explotación sexual, el mayor número de víctimas se encuentra en los casos relacionados a lo laboral, en que puede haber hasta 100 afectados.
Constanza Salgado, del área jurídica del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), señala que "en Chile la irregularidad migratoria y las condiciones en el acceso al trabajo hace que las personas sean mucho más propensas a caer en estos engaños que finalmente las captan y explotan". La abogada indica que la trata laboral en Chile "se da en lugares alejados de las urbes, agrícolas, que hace que sea mucho más fácil la vulneración y explotación".
En los casos indagados por la PDI, la nacionalidad que más se repite en estos casos son los bolivianos, pero la situación también ha involucrado a paraguayos, indios, argentinos, colombianos, dominicanos, ecuatorianos, peruanos y hasta una persona de Rusia. Por esto, en la PDI cuentan con oficiales bilingües. "La joya de la institución habla y lee chino mandarín perfecto", dice el comisario.