¿Dónde está el celular?
La carcasa del celular de Ámbar Cornejo (16) estaba enterrada al interior de un hoyo de 52 centímetros, debajo del living de la mediagua que compartía su madre, Denisse Llanos, junto a su pareja, Hugo Bustamante. En ese mismo orificio, pero más abajo, la PDI encontró los restos de su cuerpo. De acuerdo a antecedentes del caso, junto con la carcasa, además estaban su polera, jeans y bototos. Sin embargo, hasta ayer aún no tenías rastros de su celular. Los movimientos del móvil han sido parte importante durante la indagatoria. Lo claro es que después del 29 de julio, día de la desaparición de la joven, no habría vuelto a emitir señal.
Móvil del crimen
Para la PDI y la fiscalía, determinar el móvil, es decir, lo que habría impulsado a Hugo Bustamante a cometer el crimen en contra de Ámbar Cornejo, es una interrogante relevante a dilucidar. Para esto será relevante la declaración que haga el imputado, quien hasta ahora no ha entregado su testimonio. No obstante, si el imputado decide guardar silencio hasta el final, de todas maneras el Ministerio Público podría obtener una condena en su contra. De acuerdo a los antecedentes que ha logrado recopilar la policía civil, Bustamante tendría una personalidad basada en ejercer el control sobre las personas que se relacionaban con él, algo que la joven no habría estado dispuesta a tolerar.
Versión de la madre
La PDI trabaja en conocer los movimientos de Ámbar el 29 de julio, día en que desapareció. Uno de los puntos que se busca contrastar es si la joven fue una primera vez a la casa de Bustamante a buscar su pensión y luego regresó, porque se le habría quedado el celular. Esto persigue corroborar la declaración de Denisse Llanos, la madre de Ámbar, quien contó esto a los investigadores. De hecho, uno de los puntos que llaman la atención en el equipo del caso es el nivel de detalle que manejaba la mujer de cómo habría ocurrido el crimen, pese a que Bustamante se lo habría confesado el sábado 1 de agosto. Cinco días después, el 6 de agosto, la mujer relató a la PDI que su hija había sido asesinada. Añadió que no contó antes porque el imputado había amenazado con matarla. Así, la policía indaga de qué manera Bustamante ejerció esta presión sobre ella. Hoy, Llanos es testigo, pero el padre de Ámbar se querelló por encubrimiento.
Compra de tablas
Pese a que ya se estableció que entre el 20 de julio y 28 de julio Hugo Bustamante buscó en Google diversas frases que estarían vinculadas al crimen de Ámbar, como métodos de tortura y armas eléctricas, aún falta saber cuándo compró las tablas y los clavos que habría usado para tapar el hoyo donde encontraron el cuerpo de la joven. Sus restos, según la fiscalía, los despedazó en 15 partes y los metió en tres coolers. Antes de cerrar el orificio, el hombre habría puesto unas láminas de cholguán, agregó tierra y cera con olor a parafina. Por esto, la policía irá a las ferreterías de la zona para establecer si alguien lo vio pasar con esos materiales o si quedó registro de él en cámaras de seguridad.
Ruidos
De acuerdo a los antecedentes de la investigación, hay testimonios de vecinos que cuentan que durante el 29 de julio y el día siguiente, tanto en el día como en la noche, escucharon ruidos parecidos a martillazos al interior de la mediagua de Hugo Bustamante, ubicada en Villa Alemana. La fiscalía ha establecido que durante el crimen, Bustamante habría realizado actos como romper el piso, excavar y volver a tapar el suelo con tablas nuevas. Para esto, a través de los ruidos que habrían sentido quienes residían en las inmediaciones de la residencias, los investigadores pueden estimar cuánto tiempo habría tardado el imputado en intentar borrar las huellas del crimen.
Tuición de ámbar
En 2007, el tribunal de familia registra la primera medida de protección para Ámbar Cornejo, la que surgió de la oficina comunal de Protección de Derechos de la Infancia. Luego, en 2012, su madre solicitó otra medida de protección para la menor y el 27 de diciembre de ese año se le da el cuidado al padre por tres meses (cuando él vivía en Villa Alemana). Paralelamente, fue ingresada a un programa del Sename. Luego, en febrero de 2013, se pasó el cuidado a la abuela materna, custodia que se renovó en 2015 y 2016. En 2017, el Sename sugirió que quedara al cuidado de su madre. En 2020 se le dio una nueva medida de protección, esta vez por requerimiento del colegio. Se notificó a su padre, quien esa vez se excusó de comparecer por distancia. Vive en Antofagasta.