El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren se encuentra en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, Estados Unidos, participando de la Conferencia Intergubernamental en la que se adoptó, con amplio consenso, el texto del Tratado para la Conservación de la Biodiversidad más allá de las áreas de Jurisdicción Nacional (BBNJ por sus siglas en inglés).
“Hoy estamos justamente preocupados de la protección de la diversidad marítima más allá de la jurisdicción nacional, es un tema extremadamente relevante para nosotros. Y hoy día se entrega la versión final del acuerdo y esperamos que muy pronto se puedan justamente adherir distintos países”, había señalado previamente el canciller.
Además, reiteró que presentarán a Chile como candidato para ser sede de la Secretaría del Tratado. “Ofrecemos a Chile, , y específicamente a la ciudad de Valparaíso, como un puerto seguro frente al Océano Pacífico, el más extenso del mundo, donde todos los Estados y delegaciones, incluidos los observadores y la sociedad civil, se sientan cómodos para perseguir los objetivos que nos hemos trazado en este nuevo instrumento”, dijo.
Tras la adopción del Tratado, van Klaveren sostuvo que “hoy es un día especial. Después de más de 15 años, hemos conseguido concluir una negociación que ha resultado en un texto que, en nuestra visión, contiene grandes avances en materia de conservación marítima”.
De esa manera, el acuerdo se deberá abrir a la firma de los Estados. BBNJ entrará en vigor 90 días después del depósito del instrumento de ratificación número 60, y el secretario general de las Naciones Unidas deberá convocar a la primera Conferencia de las Partes (COP) dentro de un año luego de la entrada en vigor.
El ministro argumentó que el BBNJ es “un acuerdo muy innovador respecto de la biodiversidad más allá de la jurisdicción de los estados. Básicamente esto es una parte esencial en la gobernanza oceánica a nivel internacional, y como siempre Chile está en la primera línea en este ámbito”.
En esa línea, dijo que en 1952 Chile ya había patrocinado una declaración junto a Perú y Ecuador “para extender nuestra jurisdicción hasta las 200 millas marinas, y eso finalmente fue adoptado después de muchos años de negociación”.
El tratado fue adoptado en Naciones Unidas con el objetivo de trabajar en la regulación y protección de la biodiversidad marina en áreas y espacios que están fuera de las jurisdicciones nacionales.
De acuerdo a Cancillería, el tratado busca, entre otras cosas, fortalecer la gobernanza del océano, crear nuevas políticas de conservación y sostenibilidad de la diversidad biológica marina, incluidas áreas marinas protegidas en altamar, así como también promover el uso sostenible de los recursos genéticos marinos; evaluar los impactos ambientales y realizar un reparto equitativo de los beneficios para que los países en desarrollo también se vean favorecidos.
Por otro lado, durante la tarde de este lunes el ministro de Relaciones Exteriores sostendrá una reunión con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. Además, tendrá una serie de actividades con la embajadora de Chile ante las Naciones Unidas, Paula Narváez.