Chile está entre las naciones con menor letalidad por coronavirus de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). La tasa indica que hay una baja proporción de fallecidos sobre el total de contagios, en rangos similares a los de Nueva Zelanda e Islandia (ver infografía).

Según las cifras del Ministerio de Salud, Chile aparece en el lugar número 36 en este indicador, lo que es bien evaluado hasta ahora por autoridades y expertos, que plantean, además, que se deben mantener estrategias como las cuarentenas.

Al respecto, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, explica que “si comparamos la letalidad de Chile con otros países, la nuestra es menor porque hemos testeado a más pacientes precozmente”. El secretario de Estado añade que ya se han realizado 214.131 test para detectar Covid-19 a nivel nacional en los últimos meses, lo que también pone a Chile dentro de los países que realiza más diagnósticos a nivel internacional. Mañalich sostiene que, por ejemplo, hay países donde se realizan test de PCR solo a los pacientes graves hospitalizados con infecciones respiratorias severas.

Precisó que aunque las cifras son auspiciosas, “no hay que bajar la guardia, sino que hay que actuar enérgicamente para el control de esta enfermedad”.

Juan Carlos Said, internista del hospital Sótero del Río, plantea que otras naciones tienen mayor letalidad, pues tuvieron una población de mayor edad afectada por la infección, como es el caso de Italia. “A la gran cantidad de población de adultos mayores enfermos se sumó que las redes de salud se vieron sobrepasadas tempranamente y no se pudo atender a los enfermos”, dice. Añadió que los datos sobre letalidad hay que analizarlos con cautela, debido a que este mes se iniciará la mayor circulación de virus, a lo que se suma un alza en los niveles de contaminación del aire en las ciudades, “lo que llevará a que la infección se expanda y esto puede llevar a que los números cambien”.

Rodrigo Blamey, infectólogo de la Clínica Las Condes, advierte que hasta ahora, en Chile la mayor parte de los infectados corresponde a menores de 60 años, lo que lleva a que se trate de personas que no presentan una sintomatología grave. “Pero estamos preocupados, porque este escenario puede variar, ya que vemos un crecimiento de casos, en especial, en Santiago. Esto indica que estrategias como las cuarentenas deben mantenerse y también aplicarse nuevas, para detener los contagios y evitar que se llegue a situaciones más graves”, dijo.

Marisa Torres, epidemióloga de la U. Católica, afirma que, posiblemente, la población que se enfermó de Covid-19 en Chile, en una primera etapa, “correspondió a personas que no poseían enfermedades previas; eran pacientes menos complejos”. Agrega que las personas infectadas consultaron precozmente, “entonces esto llevó a un control temprano de la enfermedad”. Pese a ello, Torres advierte que una nueva “ola” de contagios podría venir de personas que estaban recluidas en cárceles, que viven en campamentos o bien de centros de larga estadía de adultos mayores, “lo que podría hacer cambiar el escenario de letalidad en el país en las semanas que vienen”.

Por otra parte, Mañalich dijo a T13 que “el 90% de aumento de los casos fue porque los fuimos a buscar. Y saldremos desesperadamente a buscar a los contactos estrechos de cada uno de esas personas contagiadas con el coronavirus”.