“Fue muy ingrato ver todas las cosas que decían de mí, que yo decía del Presidente Sebastián Piñera, a quien tuve el gusto de conocer. Siempre que vengo a Santiago la pasó muy bien”, dijo este miércoles el Mandatario de Argentina, Alberto Fernández, a La Tercera, en el marco de la conferencia de prensa con la que finalizó su primera visita de Estado a Chile.
El encuentro del martes entre ambos líderes en La Moneda puso fin a un tenso capítulo en la relación bilateral, que incluyó un cruce de declaraciones de autoridades después que el exjefe de gabinete de Néstor y Cristina Kirchner comparó su manejo de la pandemia con la del gobierno chileno, en medio de la primera ola del Covid-19, en abril pasado. A esto se sumaron posteriormente los dichos de Fernández, en diciembre, cuando aseguró que “(Nicolás) Maduro, después de una manifestación apresó 800 personas. (Sebastián) Piñera metió presas 2.500 personas y nadie dijo nada”.
Así, tras esta visita de Estado, la relación entre ambos mandatarios habría tomado un nuevo rumbo. “Podemos hacer todo juntos (Chile y Argentina) para enfrentar la pandemia, desde una estrategia para conseguir vacunas en conjunto, o trabajar juntos por otros países de América Latina, que están con un problema con las vacunas y podemos ayudarlos a conseguirlas. También podemos pensar una manera de ayudarnos eventualmente en la atención de los que se enferman”, sostuvo ayer el Mandatario transandino.
En esa línea, Fernández destacó el uso del suero equino desarrollado en Argentina para el Covid-19, “que se puede aplicar a pacientes con un grado de complejidad moderado o severo” y que “según las estadísticas, puede limitar a la mitad las muertes que tenemos hoy”.
A su vez, el Jefe de Estado argentino destacó que su gobierno inició la campaña de inoculación con la vacuna rusa Sputnik V a fines de diciembre, la que él mismo recibió, porque “fue la primera en estar disponible” en el país. En relación al “desorden que existe hoy con respecto a las vacunas”, aseguró que tienen contrato con AstraZeneca/Universidad de Oxford y que están en conversaciones con China, para recibir un millón de dosis del fármaco de Sinopharm, al igual que con Janssen y Moderna. Pero recordó que “por otras circunstancias” no se logró un acuerdo con Pfizer.
Integridad regional
El Mandatario argentino también se refirió a la política nacional y la Convención Constitucional en curso. En ese sentido, apuntó que ha seguido desde hace mucho tiempo el proceso y advirtió que “Chile no toma dimensión del momento que vive, de tener la posibilidad de hacer una Constitución de cero, de crear un nuevo Estado, con reglas nuevas. Por lo cuál habrá un nuevo Chile después que nazca esta Constitución”. “Tienen una oportunidad única, lo que más deseo es que salga bien para que Chile recupere la paz y la confianza, para saldar las respectivas desigualdades”, destacó.
Ante la preocupación expresada por algunos inversionistas chilenos por la situación en Argentina, Fernández señaló que en el tema energético “hay algunas situaciones que debemos estudiar”. “El Presidente Piñera me propuso hablar con empresas privadas chilenas por el gas. Sobre la electricidad, Argentina la necesita para el verano, que es cuando a Chile le sobra, y a Chile le hace falta en invierno, que es cuando Argentina no la necesita. Hay que ver cómo aprovechar estos aspectos estacionales”, manifestó.
“Todos coincidimos en que divididos somos más débiles, en un momento en que se nos abre una oportunidad de construir un nuevo mundo con otras reglas, donde si el continente estuviera más unido tendríamos más fuerza para la realidad post-pandemia”, enfatizó el Mandatario argentino, que planteó la necesidad de una América Latina más unida.
Fernández recordó que cuando fue jefe de gabinete participó durante cinco años en diversas reuniones de Unasur, en las que aunque los líderes “tenían miradas diferentes, nos respetábamos y buscábamos una salida en común”. “Hubo un tiempo en que no tanto por nosotros, sino por el contexto internacional, eso se descuidó y dejamos de privilegiar el continente para empezar a enredarnos en discusiones que no eran nuestras, sino de otros”.
Las declaraciones de Fernández también hacen alusión a su homólogo chileno, debido a que Piñera perdió un aliado en la región con la salida de Mauricio Macri de la Casa Rosada.
Interpelado por un posible plan de trabajo entre Chile y Argentina para abordar la crisis de Venezuela, el jefe de Estado señaló que no habló sobre este tema con Piñera.
Fiel a su estilo cercano con la prensa, Fernández finalizó la conferencia con los medios recordando que la única vez en que no le gustó estar en Santiago fue cuando “vine y nos ganaron por penales en la Copa América. Dejando de lado ese día triste, siempre que vengo lo paso bien”, concluyó.