Este miércoles, en el marco de la realización anual del Te Deum Ecuménico por la celebración de las Fiestas Patrias, el arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí se refirió a dos de temas que han marcado la contingencia nacional el año 2024: seguridad y corrupción.
En esa línea, el monseñor Chomalí aseguró que “hoy, por lejos, lo que más preocupa es la seguridad. Nadie se siente seguro, nadie puede garantizar que no le harán un portonazo, un turbazo, una encerrona o que no lo asaltarán”.
“Chile no se acostumbra y no se acostumbrará a los descuartizados, los asesinatos a plena luz del día, a la muerte de jóvenes y niños. Chile no está acostumbrado a eso, no quiere eso”, sentenció el religioso.
Ante la crisis de seguridad, Chomalí aseguró que “si no hay una acción en conjunto de la sociedad, el país corre el riesgo de convertirse en rehén del crimen organizado. Pronto ya será tarde. Comenzará la ley del más fuerte y el Estado será un mero espectador”.
“Invito y exhorto a que se piense en la posibilidad de un gran acuerdo nacional donde todos quienes tenemos responsabilidades en el país, públicas y privadas, nos escuchemos y dialoguemos. La seguridad no es un tema meramente político, sino que es un tema ético, anterior a cualquier otro asunto. No puede ser una moneda de cambio para ser negociada por una ley u otra concesión”, declaró el arzobispo.
Asimismo, en su discurso Chomalí advirtió que “no hay desarrollo posible en una auténtica democracia, en un país violento y con gérmenes de corrupción”. Sobre este último tema, el religioso advirtió que ha sido doloroso para los chilenos “ver cómo la corrupción se ha ido enseñoreando de lugares que por su naturaleza debiesen ser intachables”.
La autoridad religiosa declaró: “El pueblo de Chile está escandalizado al ver tanta avaricia y ansias de poder que no trepidan en sobornar, en valerse el cohecho para lograr sus objetivos y en el tráfico de influencias”.
“Duele que personas con poder, en vez de servir a Chile, se han servido de Chile y claramente han perjudicado a los más pobres. No es el momento de solistas, de individualismo, de frases grandilocuentes ni de recriminaciones mutuas”, proclamó.