Ciberacoso en educación: la mitad de las denuncias en 2022 se concentraron en enseñanza básica y mayoría de los casos afectó a mujeres

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, el superintendente de Educación, Mauricio Farías, y el alcalde Cerro Navia, Mauro Tamayo, se refirieron a las cifras de maltrato entre estudiantes relacionadas con ciberacoso y entregaron recomendaciones para abordar este tipo de situaciones que afectan la convivencia escolar.

“Hemos tenido, sin duda un aumento de estas denuncias en los últimos años, comparativamente a la pre-pandemia”, dijo el ministro Ávila, recalcando que es esencial en el marco de la reactivación educativa, incorporar medidas preventivas para evitar el acoso escolar.

En la actividad, realizada al mediodía en la Escuela Profesor Manuel Guerrero de Cerro Navia, se detallaron cifras de la Superintendencia de Educación que señalan que en 2022 las denuncias relacionadas con ciberacoso fueron 769, lo que representa un aumento de 362 denuncias respecto al promedio de los años 2018-2019 (cuando hubo, en promedio, 407 denuncias).

En 2022, las denuncias relacionadas con ciberacoso se concentraron en estudiantes de enseñanza básica (49%) y en la mayoría de las denuncias la afectada fue una mujer (59%), informaron las autoridades, precisando que el 15% de las denuncias de maltrato entre estudiantes de 2022 están relacionadas con ciberacoso.

Ante estos datos, el Mineduc y la Superintendencia de Educación recalcaron su llamado a que los casos de ciberacoso sean denunciados en el sitio www.supereduc.cl, en el banner de atención ciudadana de la plataforma.

“El tema de la convivencia, el tema de estar en entornos protegidos que promuevan el aprendizaje son claves”, destacó el superintendente Farías, explicando que el rol del organismo que encabeza es hacer que se cumpla y aplique la normativa vigente que entrega una serie de elementos para enfrentar estas temáticas.

Los efectos de la pandemia de coronavirus, que implicó el cierre de escuelas y clases en modalidad mixta en casi tres años, no solo generaron un impacto negativo en el nivel de logros de aprendizaje, en la disminución de la interacción social y de la estimulación para los niños, niñas y jóvenes, sino que también en la forma de relacionarse entre ellos, señalan en el ministerio.

En esa línea, plantean que el uso de las distintas plataformas digitales para continuar con los aprendizajes en pandemia, como WhatsApp, Zoom, Microsoft Teams, correo electrónico, entre otras, y el surgimiento de nuevas redes sociales como Instagram y TikTok, ha generado un aumento de las relaciones en el plano virtual, incrementando de esta manera las denuncias de maltrato relacionadas con ciberacoso.

A su vez, los niños y jóvenes pasan más tiempo en dispositivos digitales, por lo tanto, están cada vez más expuestos a riesgos de acoso cibernético y otras formas de violencia en línea, advierten en la cartera.

Familias y centros educativos tienen un importante rol que cumplir para la prevención y abordaje de esta problemática, destacan desde el Mineduc.

Todos los establecimientos educativos deben contar con un Plan de Gestión de la Convivencia Escolar (PGCE) que contenga estrategias de prevención y protocolos de actuación ante situaciones de acoso o violencia, que se manifiesten a través de medios digitales o de cualquier tipo.

La normativa educacional establece que, para prevenir y abordar estas situaciones, los establecimientos subvencionados y públicos también deben contar con un consejo escolar o con un comité de buena convivencia, en el caso de los establecimientos particulares pagados, también con un encargado/a de Convivencia Escolar y protocolos de actuación frente a situaciones de maltrato o acoso.

“También, la normativa es clara en que tiene que haber un programa de Convivencia Escolar con acciones concretas, con hitos durante el año que entregue información a los apoderados y por supuesto que haya capacitación también a toda la comunidad educativa”, expuso el superintendente de Educación.

La autoridad enfatizó la importancia de la colaboración de la ciudadanía, asumiendo un rol de alerta para enfrentar situaciones de ciberacoso.