1
Antes de comentar o postear, hazte tres preguntas sobre lo que publicarás: ¿es buena onda?, ¿es verdad?, ¿es necesario? Como regla general, no le digas a alguien en redes sociales lo que no le dirías en persona, frente a frente.
2
No entregues datos personales por las redes y ten cuidado con los mensajes, fotografías, videos o información que envíes o publiques. Y si alguien comparte cosas privadas de otra persona, denúncialo. ¡No las difundas!
3
Si sientes que te están molestando en redes sociales, no contestes a las provocaciones. ¡No entres en el juego ni repliques el modo de actuar de quien te molesta! Y si sigues sintiéndote agredido, abandona esa red social, reporta a esa persona o bloquéala.
4
Si tú eres testigo de un acto de ciberbullying contra una compañera o compañero, no participes en esa agresión, pero tampoco la ignores: avisa a tus amigos, profesores o padres que hay alguien que está siendo atacado.
5
Si eres víctima o testigo de una agresión, advierte a quien comete el abuso de que lo que hace no es aceptable, es grave e incluso podría ser un delito. Puedes usar el emoji del ojo, que aparece aquí al lado, para advertirle que rechazas esa agresión.
6
Si el acoso se convierte en amenazas graves, pide ayuda con urgencia. Comparte la inquietud con tus amigos, profesores o padres para que el ciberbullying no termine en un daño irreparable.
7
Si te acosan, guarda las pruebas, ya sean chats o publicaciones, pues te podrían ayudar si es que el ciberacoso sigue agravándose y necesitas denunciarlo.
El de arriba es un emoji que tienen todas las redes sociales y que se usa en todo el mundo para crear conciencia del ciberbullying. Si ves una situación de acoso en internet, pínchala y coméntala con este emoji. Querrá decir que viste la agresión y que no estás de acuerdo. Mientras más se sumen, más presión sentirá el agresor para detenerse.