El regreso a clases presenciales de los establecimientos educacionales sigue como objetivo prioritario para el Ministerio de Educación (Mineduc). La cartera informó que, hasta ayer, 187 recintos habían vuelto en medio de la pandemia. Y entre ellos ha surgido con especial fuerza el retorno de los jardines infantiles.
Según el Mineduc, del total de recintos que ya retomaron las actividades, 108 corresponden a colegios y 79 son jardines infantiles. Es decir, casi la mitad de los recintos que ya funcionan presencialmente son de la educación inicial.
El 7 de octubre pasado, hace dos semanas, había 28 jardines funcionando en las tres regiones que estaban en la Fase 4 del plan Paso a Paso: Los Ríos, La Araucanía y Aysén. En esa fecha había 108 solicitudes de reapertura, mientras que hoy ascienden a 280.
A nivel general, los colegios subvencionados y particulares que han regresado corresponden al 74% del total. Y si se observa el detalle respecto de los jardines, las cifras indican que -de los operativos- 50 son de tipo particular y el resto pertenece a la Junji (Junta Nacional de Jardines Infantiles), Integra y municipios.
Los datos también indican que en el país la matrícula parvularia llega a 816.814 alumnos (533.574 de ellos están en escuelas y el resto en jardines de la Junji, Integra y particulares).
Según el protocolo establecido, los jardines que se ubican en comunas en etapa 3 pueden solicitar reabrir a la Seremi de Educación, lo que es evaluado junto al Ministerio de Salud en cada región, mientras que los centros de aprendizaje inicial que están en Fase 4 lo pueden pedir a la cartera de Educación, la que entrega directamente la autorización.
Respecto de este escenario, María José Castro, subsecretaria de Educación Parvularia, aseguró que cada vez que se reinicia la enseñanza en un jardín “cumpliendo con los protocolos sanitarios, los jardines aledaños también piden abrir, y esto las familias lo valoran mucho”.
Añadió que la subsecretaría elaboró protocolos para que las instituciones adecuen sus jornadas al contexto de la pandemia: además del uso de elementos como mascarillas y guantes, hay que controlar la temperatura en el ingreso de la institución. También sugieren la implementación de horarios diferidos de entrada y salida, organizar el uso de los baños, crear demarcaciones para mantener la distancia de un metro y evitar la concentración de 50 personas en áreas abiertas o cerradas. Además, se debe informar a la toda comunidad sobre las medidas adoptadas.
Respecto del aforo en los establecimientos, la subsecretaria Castro afirmó que cada lugar define el número de estudiantes según su infraestructura. Explicó que, por ejemplo, hay recintos educativos que han decidido retomar la actividad con alumnos del nivel medio (de dos a cuatro años), distribuidos en un mayor número de aulas. “La flexibilidad y gradualidad son fundamentales”, dijo.
Experiencias
En la comuna rural de Pirque ya hay cuatro jardines funcionando, con un aforo máximo de cinco niños por sala de clases, además de las educadores y técnicos. El alcalde Cristián Balmaceda afirmó que se han definido protocolos como la toma de temperatura al ingreso y se les entregó un kit sanitario con productos para higienizar en forma permanente. “Se invitó a los padres para que vieran cómo se toman las medidas. Ellos expresan que les da tranquilidad, porque muchos tienen que volver a trabajar”, dijo.
Una visión diferente tiene Marcela Olivares, presidenta de la Asociación de Salas Cuna y Jardines Particulares -que agrupa a 570 centros-, quien sostuvo tajante que “las condiciones sanitarias no están dadas para regresar”.
Añadió que estos recintos, en paralelo, sufren una difícil situación económica, por lo que solicitó que se apruebe una subvención especial para poder continuar, pues muchos ya piensan en cerrar.
El expresidente de la Sociedad de Chilena de Pediatría Humberto Soriano advirtió que los jardines que pueden reabrir deben estar ubicados en comunas en apertura avanzada, donde hay bajos niveles de contagio. Aclaró que los docentes deben mantener las medidas permanentes, como mascarillas y generar distancia en las aulas. “Hay evidencia de que los niños contagian menos”, dijo.