El aumento de virus respiratorios, especialmente la influenza, durante los últimos días, tensiona al sistema de salud por la ocupación de camas críticas en diversos recintos sanitarios.
A pesar de la reconversión de camas iniciada en el sistema integrado entre el sector público y privado, la presión en los hospitales ha repercutido indefectiblemente en las clínicas, que reportan una creciente criticidad debido a este fenómeno, disminuyendo así la disponibilidad en las urgencias.
De acuerdo al reporte diario del 29 de mayo del Departamento de Planificación Presupuestaria y Gestión de la Información del Ministerio de Salud, el sistema en su totalidad muestra un 92,2% de ocupación en las camas de adultos -0,7% menos que el día anterior- en sus 4.018 camas habilitadas.
En detalle, el reporte señala que el sector público presenta un 93,4% de ocupación (-0,4% que el día anterior) en sus 2.794 camas, mientras que el sector privado tiene un 89,5% de 1.224 camas, lo que implica una disminución del -1,8% respecto del miércoles.
El reporte, a su vez, señala que hay un 18,9% de patologías respiratorias en camas críticas, de las cuales un 25,6% está en UCI, y el 15%, en UTI. El 63,6% de los pacientes en UCI está con ventilación mecánica, y un 30,3% de ellos es por causas respiratorias.
Desde las clínicas advierten que la tensión en la red privada por el aumento del uso de camas críticas repercute principalmente en la capacidad de atención en las urgencias.
“El problema es que las urgencias amanecen con pacientes que deberían estar hospitalizados. Con esto, disminuyen su capacidad de atención porque los espacios destinados para atender están ocupados. En muchas urgencias del país, hay pacientes que se están atendiendo en camillas improvisadas y en sillas. Eso no es algo electivo, es básicamente un resultado de que las camillas de atención están ocupadas con pacientes en espera de cama, hospitalizados en urgencias”, explica el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (SOCHIMU), Allan Mix.
La repercusión en la atención de urgencia es demostrable. Por ejemplo, si una clínica dispone de 40 camas para atender a pacientes en urgencias y, debido al aumento de la ocupación de camas críticas por enfermedades respiratorias, debe reconvertir 30 de estas, la urgencia se ve limitada a operar con solo diez camas. El estado de ocupación de la red privada, según afirman distintas clínicas a La Tercera, se encuentra en un 90% de ocupación en promedio.
Desde la Clínica Alemana, el subdirector de Urgencia, Rodrigo Rosas, reafirma que “durante las últimas semanas, las unidades de pacientes críticos han tenido una ocupación sobre el 90% y los tiempos de espera por camas han ido en aumento”.
A su vez, desde Red Dávila detallan que al 29 de mayo la ocupación en su sede en Recoleta es del 93,9% y de un 89,7% en su sede en Vespucio.
A esto, la directora médica de Red Dávila, Carolina Asenjo, indica que “en ambos recintos se reforzaron los Servicios de Urgencia y están atendiendo a plena capacidad, producto de un aumento del 30% en las consultas, fundamentalmente por adultos con influenza tipo A. Debido a lo anterior, en Dávila Recoleta se incrementaron en un 20% las camas UTI (24 adicionales) y en Dávila Vespucio aumentaron en un 16% (10 adicionales)”.
En el caso de la Clínica Santa María, las cifras de ocupación alcanzan el 90,3% y hay un aumento de los pacientes pediátricos. Sobre el punto, el director médico, Cristián Ugarte, indica que “en el Servicio de Urgencia se mantienen estables, con aumento significativo de atenciones por infecciones respiratorias, las que representan un 43% en la Urgencia Pediátrica y 24% en la Urgencia Adultos”.
Ugarte añade que, debido a lo anterior, “hemos reforzado los turnos médicos de pediatría en este Servicio. Cabe destacar que las consultas ambulatorias pediátricas han subido en un 15%, por el incremento de pacientes con infecciones respiratorias. En cuanto a los adultos, aumentamos las camas críticas en un 10%, debido al alza de pacientes respiratorios graves, en su mayoría con condiciones de riesgo y no vacunados”.
El caso de la Clínica Indisa va en línea con el aumento de la ocupación en adultos, que es cercana al 90%, y es en específico por enfermedades respiratorias. De hecho, en sedes como Indisa Providencia, la ocupación alcanza un 98%; es decir, 79 de 80 camas utilizadas.
Asimismo, el director médico del Hospital Clínico UC Christus, Juan Carlos Pattillo, dice que ahí la ocupación total alcanza un 82%, y que en particular hay un 90% de ocupación en camas de cuidados intensivos de adultos. “En nuestra capacidad de 130 camas de intensivo e intermedio; se ha visto una alta demanda de atenciones en el servicio de urgencias sobrepasando en alrededor de un 20% a un 30% de la demanda habitual”, sostiene.
Respecto a la reconversión de camas, Pattillo agrega que, “hasta ahora hemos utilizado algunas camas de las unidades coronarias y de cuidados cardiovasculares para la hospitalización de pacientes respiratorios. Las unidades de intensivo adulto intermedio tienen un 93% de ocupación y las de cardio crítico un 84% de ocupación”, finaliza.
Las cifras de las camas críticas pediátricas habilitadas en el sistema integrado muestran menor presión que las de adultos, puesto que a nivel general tienen un 72,3% de ocupación en las 729 habilitadas. En el sector privado tiene una ocupación del 70,2%.
Las camas de neonatología llegan al 71,2% de ocupación (76,2% en el sector público y 53,6% en el privado). Esto indica que el mayor problema, según afirman las clínicas, está en la atención por enfermedades respiratorias en adultos que colapsa la atención en urgencias.
Así lo explica también Allan Mix, representante de Sochimu: “En todas las urgencias hay una alta demanda asistencial, con un gran número de pacientes hospitalizados. Esto no permite que nuevos pacientes que ingresan por urgencia sean hospitalizados, lo que se traduce en que esos pacientes quedan en la urgencia. Como resultado, hay menos espacios para atender a nuevos pacientes, lo que se manifiesta en largas horas de espera para la atención”.