Colegio "iglú" del Biobío devela bajas temperaturas en salas de clases

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Alumnos de una escuela asisten a clases abrigados por el frío. Foto: Juan González

Decreto del Mineduc obliga a colegios a tener temperaturas mínimas en salas, que bordean los 15 °C.


Las bajas temperaturas en el país no solo han marcado la llegada del invierno: también han dejado en evidencia la precaria capacidad que tiene la infraestructura escolar en algunas zonas. El colegio Galvarino de San Pedro de la Paz, en el Biobío, es un claro ejemplo de ello, luego de que estudiantes denunciaran tener que soportar hasta 0 °C dentro de sus salas de clases, hecho que le otorgó el nombre de colegio "Iglú".

Ana Torres es mamá de una alumna de 2° básico, quien al igual que los demás niños debe asistir muy abrigada, y dice que "el dar cuenta de esta realidad fue lo mejor que pudo pasar, a mi hija tengo que enviarla bien abrigada para que no se enferme y le den ganas de asistir a clases".

Actualmente, el establecimiento cuenta con 532 alumnos y su infraestructura tiene más de 50 años de antigüedad. La solución, según Alejandro Muñoz, dirigente del centro de alumnos, fue la compra de siete estufas de gas. "Colocaron estufas a gas en salas donde el termómetro marca entre cero y tres grados. Una solución parche, pero por lo menos dimos cuenta de una realidad que ocurre en el país", dijo.

El decreto N° 548 del Ministerio de Educación (Mineduc) establece que los recintos de educación básica y media deben tener una temperatura mínima de 12 °C, mientras que en los parvularios debe ser de 15 °C.

El escaso marco normativo, unido a la baja calidad de la edificación y a los altos costos de calefacción, ha generado dudas sobre los estándares de confort térmico al interior de las aulas. La Universidad del Bío-Bío (UBB), a través de diferentes investigaciones, levantó información sobre las temperaturas en salas escolares en Iquique, Santiago, Concepción y Puerto Montt, concluyendo que estas pueden alcanzar valores muy lejanos a lo esperado.

"El caso más dramático fue en colegios de Santiago donde las temperaturas del aula en un día de agosto variaron entre 8 °C y 15 °C en horario de ocupación, y entre 24 °C y 32 °C en un día de diciembre. Estos valores son muy inferiores y muy superiores a lo expresado en normas internacionales en la materia", explicó Maureen Trebilcock, académica del Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura de la UBB.

El interés por desarrollar la investigación nació luego de un estudio realizado en 2010 en escuelas rurales de La Araucanía, donde se detectaron temperaturas bajo los 3 °C.

Para Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores, la actual normativa es débil y deben tomarse medidas urgentes, por lo que recurrirán a la Superintendencia de Educación. "Hemos reportado situaciones gravísimas en Villarrica, donde colegios no tienen calefacción, y hace pocos días en Coyhaique reportamos una escuela donde los alumnos y profesores estaban trabajando con 6 °C bajo cero. Es una situación inaudita, inaceptable y vergonzosa", afirmó.

El superintendente de Educación, Sebastián Izquierdo, explicó que en el caso del Biobío habían recibido, hasta el 15 de junio, 25 denuncias que tienen relación con el tema de la temperatura en las salas de clases.

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