La crisis económica derivada de la pandemia afectó a miles de familias de colegios particulares pagados, las que, en algunos casos, incluso han debido buscar nuevas alternativas de educación para sus hijos, ante la imposibilidad de seguir pagando las mensualidades.
Así se desprende de las últimas cifras de matrícula del Ministerio de Educación, fechadas a septiembre, que indican que los establecimientos particulares pagados perdieron el 2,35% de sus alumnos, equivalentes a 7.800 estudiantes, siendo el sector más golpeado este año.
Según los datos, a los que accedió La Tercera, los recintos particulares subvencionados, a diferencia del resto, aumentaron su matrícula en 0,48%, equivalentes a 9.400 alumnos, por lo que presumiblemente hubo un trasvasije de familias de un tipo de establecimiento al otro.
En cambio, los colegios municipales y dependientes de Servicios Locales de Educación perdieron el 1,35% de su matrícula (17.500 estudiantes). Sumando y restando, entre todos los tipos de establecimiento, el sistema escolar chileno es 0,43% más pequeño que el año pasado, lo que implica una pérdida de 15.600 alumnos.
El presidente de la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide), Guido Crino, dice que, en el caso del sector privado, se podría presumir que “las familias de colegios pagados que no pueden pagar hayan pedido su traslado a los particulares subvencionados”, aunque dice que no tiene evidencia de que en su agrupación eso haya ocurrido, pues han bajado el costo de la escolaridad, repactado deudas y ampliado las becas.
En el caso de los colegios municipales, su hipótesis es que “presumiblemente haya una pérdida de matrícula casos de deserción escolar”, debido a que ahí asiste la población de más escasos recursos.
El subsecretario de Educación, Jorge Poblete, dice que “estamos haciendo todos los esfuerzos para hacer frente a la posible deserción de estudiantes del sistema educativo que podría traer esta pandemia. Nuestra meta es que los niños, niñas y jóvenes que no han tenido contacto con sus establecimientos este año, vuelvan a conectarse con sus escuelas”, para lo cual desplegaron el plan “Estamos a Tiempo”.
Además, señala que el sistema escolar posee cupos en caso de que las familias de colegios particulares pagados necesiten migrar por problemas económicos.
Oportunidad educativa
Hace unas semanas, el Mineduc informó al Congreso las cifras preliminares de matrículas al mes de julio, las que indicaban una pérdida incluso mayor de alumnos en el sector particular pagado, que llegaba al 4,8%, y que establecía que el país contaba con 3,6 millones de escolares.
La reducción de esa pérdida de alumnos entre julio y septiembre se explica porque el ministerio calibra las cifras a medida que los alumnos se matriculan o cambian de colegio. Sin embargo, las cifras de julio permiten comprender un poco más el impacto de la crisis en los colegios pagados.
Por ejemplo, las regiones donde los colegios privados habían perdido más niños en relación a su dotación eran las de Arica y Parinacota, Atacama y Antofagasta. Mientras que en la Región Metropolitana, las comunas que figuraban con una mayor merma de estudiantes en ese sector educacional eran Vitacura, Providencia y Santiago.
José Weinstein, director del Centro de Desarrollo de Liderazgo Educativo de la U. Diego Portales, explica que, a nivel internacional, se ha visto que los establecimientos públicos están sumando matrícula, por la misma crisis económica que afecta a las familias chilenas.
La educación pública tiene acá una gran oportunidad de revitalizarse, de dejar de perder matrícula y empezar a engrosar, como con la iniciativa del colegio municipal que impulsó el alcalde Joaquín Lavín en Las Condes. Y también es una oportunidad para colegios particulares subvencionados sin copago, que pueden crecer
José Weinstein, director del Centro de Desarrollo de Liderazgo Educativo UDP
En todo caso, plantea que el trasvasije desde familias de colegios privados a públicos no es algo automático, pues dependerá de cuán atractivos se vuelvan los segundos. “Aquí vemos un factor de expulsión (la crisis económica), pero para que se convierta en tendencia, tiene que haber un factor de atracción sostenido en la educación pública”, explica.
Paulina Araneda, directora de Grupo Educativo, también cree que los colegios públicos tienen una oportunidad de atracción de familias que hoy no pueden pagar, para lo cual deben desarrollar estrategias de trabajo territorial conjunto. “Hay una oportunidad de coordinación y colaboración entre escuelas, que les permita brindar estrategias más efectivas de enseñanza para los escolares”, comenta.