"Esta carta es un grito de silencio y de justicia desde lo profundo de mi celda de castigo". Así comienza la misiva escrita por Raúl Escobar Poblete, alias el "Comandante Emilio", que fue enviada a varios medios y autoridades mexicanas, entre ellas la revista Proceso, que la publicó esta semana.

La carta, fechada el 12 de diciembre pasado, salió del Centro Federal de Readaptación Social número 12, penal de alta seguridad ubicado en el Estado de Guanajuato, México, donde el ex frentista, procesado por el secuestro de Cristián Edwards y la muerte del senador Jaime Guzmán, permanece desde mediados del año pasado, tras ser acusado de varios delitos de secuestro.

El documento consta de tres cartas, según señala Proceso, y está dirigido a diversas instituciones, entre ellas los consulados de Chile y España en México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Amnistía Internacional y la Suprema Corte de México, entre otras, y describe las supuestas condiciones precarias en las que estaría Escobar Poblete en la cárcel. Además, dice ser víctima de "una farsa montada" y acusa a mafias locales de cometer los delitos de secuestro que le imputan las autoridades mexicanas en colaboración con la policía.

"En el pasado reciente (luché) por el restablecimiento de la democracia en Chile, luchando contra la dictadura de Augusto Pinochet. Después de ello, hace 20 años, busqué por mis propios medios resguardo en México, adquiriendo una nueva identidad para no estar a merced de posibles venganzas de los partidarios del régimen de Pinochet", señala en uno de estos textos, de acuerdo a la publicación mexicana.

En el escrito, según Proceso, afirma que adquirió la identidad de Ramón Alberto Guerra Valencia y se estableció en San Miguel de Allende, donde llevaba una vida normal, "trabajando honestamente, pagando impuestos", lo que "todo San Miguel de Allende lo puede testificar".

En las cartas, el "Comandante Emilio" dice que con amenazas para él y su familia las autoridades lo involucraron en un secuestro que no cometió, "llegando tal cacería injusta y de terror a pedir a España el arresto de mi esposa, acusando a extranjeros inocentes para proteger a la mafia local". Agrega que permanece "en una celda de castigo, incomunicado, y sin llevarme a las audiencias dictadas por el tribunal". Luego añade que fue torturado: "Me dan golpes de puño y metal sobre mi cabeza y mi cuerpo".

Respecto de las acusaciones de secuestro, afirma que "el secuestro del que se me acusa, y muchos otros, son realizados por una mafia local, la cual está recibiendo impunidad y en estos momentos sigue realizando otros secuestros; que la policía y el MP colaboran y son parte de la mafia local, llegando al extremo de que es la propia policía la que secuestra a la víctima y la entrega a la mafia", concluye en la carta.

Palma Salamanca

En tanto, en el caso de Ricardo Palma Salamanca, otro de los autores del homicidio de Jaime Guzmán, ayer el canciller Heraldo Muñoz viajó a París, acompañado por su sucesor, Roberto Ampuero, para la preparación de los alegatos orales por la demanda marítima boliviana. Sin embargo, descartó reunirse con ministros franceses y explicó que en "este momento el tema está en las manos del Poder Judicial francés y no corresponden reuniones con autoridades políticas".

Además, confirmó que la Cancillería decidió "contratar un abogado muy prestigioso para que nos asesore durante este proceso". También agregó que antes de viajar preparó al director jurídico de la Cancillería "para que se instale en nuestra embajada en París, de modo que esté encima de este proceso que se inicia en los próximos días".

Con respecto a Roberto Ampuero, Muñoz dijo que no ha tenido reuniones con él para ordenar posturas sobre el tema de la extradición de Palma Salamanca: "Aquí hay un canciller y un gobierno. Ese canciller soy yo y el gobierno es el que preside Michelle Bachelet hasta el 11 de marzo. Podemos conversar, puedo darle consejos y a partir del 11 él tendrá la potestad para hacer lo que el Presidente Piñera decida".