En la madrugada del sábado 6 de marzo, el Ejército decidió publicar un comunicado condenando el ataque al monumento a Baquedano ocurrido horas antes -la tarde del viernes-, tildando de “cobardes desadaptados” y “antichilenos” a quienes incendiaron dicha estatua. Un mensaje que, según afirmó hoy el comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, sólo tuvo el fin de “reprochar” los “hechos de vandalismo”.

“Los cobardes desadaptados que cometieron este acto indignante y repudiable para todos nuestros compatriotas son antichilenos, porque desconocen la historia y, en su ignorancia, son incapaces de descubrir el extraordinario aporte que el General Baquedano”, fue parte de lo que se expuso en el documento publicado a inicios de marzo en Twitter. Palabras que generaron críticas, principalmente en la oposición.

Una semana después, la estatua fue retirada de su ubicación en Plaza Italia para ser sometida a reparaciones -tras una determinación del Consejo Nacional de Monumentos Nacionales-, y a once días de este hecho, la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados recibió hoy al general Martínez para, entre otras cosas, referirse a este tema.

El comandante de jefe de la institución castrense aseguró que el monumento ha sido “atacado” en distintas oportunidades desde el inicio del denominado estallido social y que “el Ejército de Chile, además de representar formalmente su opinión y posición a la autoridad a través de la cual se relaciona al poder Ejecutivo, dio a conocer posteriormente de manera publica su parecer sobre esta repudiable situación”.

En ese sentido, aseguró que el mensaje expresó el " dolor institucional por esta situación”, haciendo un “llamado para que todos los sectores de la sociedad condenen la violencia contra esas obras” y que “reprocha enérgicamente sólo el actuar de quienes cometen el acto vandálico”.

“En caso alguno los dichos se refieren a aspectos de la política contingente ni expresan adhesión o repudio a las demandas efectuadas por la población, ni acuerdo ni desacuerdo con posiciones políticas. Se refiere única y exclusivamente a condenar los hechos de vandalismo efectuados por delincuentes que, confundidos en la muchedumbre y encapuchados, efectúan los destrozos (al monumento)”, agregó.

Además, expresó el “el pesar institucional porque la discusión se haya centrado principalmente en el lenguaje utilizado que sólo denotaba el dolor ante la situación vivida y, en contrapartida, se haya callado por meses la condena a los continuos actos de violencia hacia la figura de Baquedano y los restos de un soldado”.