La suspensión de clases no es una medida deseada. Pero ante el avance del coronavirus, se convirtió en una obligación. Ayer, el Ministerio de Educación difundió protocolos de acción para jardines, colegios e instituciones de educación superior, que contemplan la paralización de las actividades académicas como herramienta para frenar la enfermedad en su fase dos.

En el caso de los jardines y colegios, el protocolo dice que, si los establecimientos detectan a dos o más niños o escolares contagiados de Covid-19, las clases se suspenderán para toda la comunidad, durante 14 días, desde el inicio de los síntomas de los involucrados. Eso fue lo que ocurrió ayer en el Saint George’s College, de Vitacura (ver secundaria).

Lo mismo ocurrirá si tan solo un profesor, asistente de la educación, educador parvulario o directivo escolar resulta contagiado: las clases se suspenderán completamente. En cambio, si solo un escolar está contagiado, la suspensión de clases será solo en su curso, durante 14 días, como ocurrió ayer en un 1° básico del The Grange School, de La Reina.

En la educación superior, la medida será similar: si se detectan dos o más casos de contagios en universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales, se suspenderán las clases, pero solo en los edificios por donde transitaron las personas enfermas. Lo mismo ocurrirá si solo un académico, funcionario o directivo arroja positivo en el examen.

En cambio, si solo un estudiante de la educación superior aparece contagiado, el Mineduc ordena “aislar a todos los miembros de la comunidad educativa con quien estuvo en contacto, en coordinación con la autoridad sanitaria, por 14 días desde la fecha de inicio de los síntomas”.

Medidas preventivas

Si bien el coronavirus obligará a que los establecimientos afectados suspendan sus clases, el Mineduc solicita a las instituciones tomar todas las medidas posibles para resguardar la continuidad de estudios.

El ministro de Educación, Raúl Figueroa, aseguró que existe un plan para los colegios, que será informado el lunes, y que contempla “guías especialmente diseñadas para que los apoderados y los alumnos puedan seguirlas desde los hogares” y no perder los contenidos.

En el caso de la educación superior, Figueroa explicó que esas instituciones “cuentan con sistemas para mantener los aprendizajes en línea. Lo que se busca aquí es suspender las clases por una razón sanitaria, pero no interrumpir el proceso formativo”.

En el protocolo escolar, se mandata a que la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) contemple mecanismos para asegurar la entrega de alimentación. Ayer, ese organismo se reunión con las empresas manipuladoras de alimentos para ver la manera de asegurar la distribución de raciones a los niños en caso de que un colegio sea cerrado.

El Mineduc también informó las medidas preventivas que las comunidades pueden seguir para evitar la propagación de la enfermedad, que sumó 43 casos en 10 días. Por ejemplo, se pide a los colegios implementar rutinas de lavado de manos cada dos a tres horas entre los niños, eliminar los saludos de besos y abrazos y evitar los trabajos grupales.

En el caso de las universidades, se recomienda evitar las aglomeraciones en kioscos, bibliotecas y cafeterías, y suspender los actos masivos, como los típicos actos de bienvenida, los coloquios y los eventos deportivos.

“Es fundamental que todas las personas tomen conciencia que estamos frente a una situación crítica. Tenemos el Covid-19 en nuestro país y es muy importante la responsabilidad individual”, dijo ayer la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.

Universidades en alerta

Si bien ahora la atención está en los colegios, próximamente estará en las universidades, porque en los próximos días sus estudiantes empezarán a entrar a clases. La Tercera realizó un barrido por las universidades y 12 de ellas afirmaron tener 73 casos de cuarentenas preventivas, la mayoría correspondientes a académicos y funcionarios que viajaron a las zonas de riesgo.

El plantel que tenía más casos es la Universidad Federico Santa María, donde hay 15 profesores, seis estudiantes y un funcionario en cuarentena. En la Universidad Católica del Maule hay 11 profesores y dos funcionarios guardando reposo, y en la Universidad Central hay 10 funcionarios y académicos en la misma situación.

En la Universidad de Atacama, dos astrónomos italianos están confinados, pero terminando el aislamiento. En la Universidad de Magallanes, dos estudiantes que volvieron ayer de Roma iniciaron el protocolo. Y también hay casos en la U. Finis Terrae (5), U. de Antofagasta (5), U. San Sebastián (4), U. del Bío-Bío (4), U. Raúl Silva Henríquez (3), U. Alberto Hurtado (2) y en la UMCE (1).

Todas las instituciones se están preparando para un estallido de casos. Jorge Rodríguez, decano de Salud de la U. Bernardo O’Higgins, cuenta que están alistando clases online en caso de que tengan que cerrar sus edificios y que hoy comenzarán “a realizar un chequeo de temperatura entre los funcionarios, como el que se hace en el aeropuerto, entendiendo que, si llegamos a la fase 3, ya no importa tanto si se ha viajado a un país con brotes”.