Comisión de Hacienda aprueba alza a los precios base de las isapres y le da un respiro a la ley corta del gobierno

Distinto a lo que ocurrió en la Comisión de Salud del Senado de la semana pasada, el gobierno y la ministra de Salud, Ximena Aguilera, sortearon con éxito la Comisión de Hacienda de la misma Cámara, al ver cómo la instancia parlamentaria aprobó todas las indicaciones del proyecto de la ley corta de isapres que tiene por objetivo buscarle una salida a la crisis del sector. Un paso adelante, pero no definitivo.

Y es que como toda la tramitación de la ley, cada nueva instancia de debate viene aparejada de una incertidumbre tan amplia como la que supone la crisis de las isapres. Y porque si antes fue la Comisión de Salud la que sorprendió al Ejecutivo al rechazar el alza a los precios base de las isapres, nada podía darse por sentado este martes, cuando los senadores miembros de la Comisión de Hacienda (Ricardo Lagos Weber, PPD; Daniel Núñez, PC; José García Ruminot, RN; José Miguel Insulza, PS) y Sergio Gahona (UDI), a quien le cedió el puesto su compañero de partido, Juan Antonio Coloma), debían votar los artículos de competencia de esta instancia, como Modalidad de Cobertura Complementaria, la creación del Consejo Consultivo o el adelantamiento del ICSA. También, por cierto, el referido al alza de precios, el corazón de la ley impulsada por el Ejecutivo.

Y fue así como con con cuatro votos a favor y la abstención de Núñez, quien el lunes ya había dado señales de no aprobarlo, el artículo con que las isapres pueden pedir a la Superintendencia de Salud que les dé la posibilidad de realizar un aumento extraordinario -en algunos casos de hasta 41% para lograr un equilibrio financiero- en el valor base de los planes de los usuarios fue aprobado.

La indicación repuesta -y ahora aprobada- en Hacienda señala que las isapres deberán presentar “una propuesta fundada de alza de precio base para todos los contratos que administre en un porcentaje o monto necesario, para cubrir el costo de las prestaciones, licencias médicas y otros beneficios de sus personas afiliadas y beneficiarias”. Esta propuesta, según el texto, será analizada por el Consejo Consultivo que crea la ley y que será la Super de Salud la que tendrá la última palabra sobre si aceptar o no el nuevo plan. Y si, en caso de ser rechazada en todas las instancias de apelación y revisión, será justamente el ente fiscalizador el que dictará plazo, cuotas, condiciones de restituciones y manera de notificar a los usuarios, así como las sanciones por incumplimiento.

La única abstención para la aprobación de este artículo, dicho está, fue del senador Núñez, quien argumentó tener “una gran desconfianza sobre las isapres, por su afán de lucro insaciable. Y esta norma no tiene tope en el alza (...) uno tiene la sospecha de que esto puede llevar a alzas abusivas”.

Asimismo, Gahona, que en la Comisión de Salud había rechazado este aumento extraordinario, explicó por qué una semana después votaba diferente, explicando que aunque la solución es “mala, pero algo aporta”, también buscarán modificarlo en los pasos legislativos venideros: “Sigo insistiendo que el mecanismo de cálculo de la deuda (de las isapres) que está contenido en el artículo 3 es errado. Desde esa perspectiva, vamos a reponer las indicaciones de mutualización del costo de los cobros en exceso, y también de otro mecanismo de precio mixto (referido a la tabla de factores) para poder someterlo a votación en la Sala”, aseguró, aun cuando una indicación parlamentaria en asuntos de seguridad social es inadmisible, pero como la oposición es mayoría en el Senado podría imponer su visión de mutualizar la deuda.

Al menos lo que se habla puertas adentro en el Congreso es que la intención de Chile Vamos es reducir a la mitad la deuda que la Superintendencia calcula que las isapres tienen con sus afiliados, cifra que hoy bordea los US$ 1.180 millones.

Como sea, la otra indicación aprobada y presentada por el Ejecutivo -que no alcanzó a ser votada en la Comisión de Salud al rechazarse precedentemente el alza de precios de isapres que la vinculaba- es la que apunta a que la propuesta de alzas “se deberá aplicar sobre el precio final del contrato, para estos se entenderá que es el precio pactado menos el precio cobrado por las garantías explícitas y el valor que las instituciones cobren por eventuales beneficios adicionales pactados” y que “en la misma oportunidad y forma en que se comunique el ajuste la institución deberá ofrecer uno o más planes alternativos cuyo precio pactado sea equivalente al vigente, a menos que se trate del precio del plan mínimo que ella ofrezca. Dentro de los seis meses siguientes las personas podrán solicitar cambiarse, para lo cual no podrá pedírseles una nueva declaración de salud”.

Tras la cita, la ministra Aguilera celebró el paso que logró dar el gobierno. “En dos artículos hubo abstenciones, lo que refleja la claridad de la discusión”, señaló, antes de agregar que “esto significa un avance sustantivo en el sentido de fortalecer Fonasa con la modalidad de cobertura complementaria, porque eso beneficia a la mayor cantidad de chilenos en relación a los 16 millones de afiliados que hay en Fonasa y que tienen derecho a la atención gratuita”. 

“El proyecto ahora tiene todos los elementos necesarios para dar cumplimiento de la sentencia de la Corte Suprema y salvaguardar la continuidad de los servicios de las personas afiliadas a isapres”, añadió la secretaria de Estado.

¿Y qué viene ahora? El proyecto fue despachado por la Comisión de Hacienda y está como primer punto en tabla de la Sala del Senado a partir de las 16 horas de este miércoles, donde comenzará a discutirse y votarse en el último trámite en la Cámara Alta, aunque distintos conocedores de las tratativas creen que esto se resolverá finalmente en una Comisión Mixta.