¿Creen ustedes que la vacuna contra el Covid-19 debería ser obligatoria en algunos grupos específicos?
Ese fue el requerimiento que realizó, durante la última semana de su gestión, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, al Programa Nacional de Inmunizaciones y al Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (Cavei) del Ministerio de Salud.
Por esos días, Alemania formalizaba su intención de hacer mandatoria la inmunización desde el próximo año, escalando la postura de Francia, que ya la hizo exigible para el personal sanitario.
Y con este mandato, el Cavei -que asesora a la cartera en la formulación de programas, estrategias y políticas de inmunización- se dio a la tarea. Así consta en el acta de la última reunión, con fecha el 24 de noviembre, cuando uno de los temas priorizados fue: “La obligatoriedad de la vacunación Covid-19″.
Jaime Rodríguez, jefe de Infectología infantil de la Clínica Alemana, asumió a fines de noviembre la presidencia del Cavei, cargo que ocupará por tres años. Y sobre el requerimiento de la Subsecretaría de Salud Pública explica: “Estamos trabajando en un documento que durante enero va a estar listo, sobre la obligatoriedad y las recomendaciones que hacemos al Programa Nacional de Inmunizaciones. Eso es lo concreto. Nos faltan aún datos, el texto está en elaboración”.
Según las cifras del Departamento de Estadísticas e Información del Minsal, 13.882.920 adultos en Chile ya cuentan con el esquema basal de vacunación completo, de una población objetivo que llega a 15.200.840 personas, lo que deja un saldo de 1.325.920 mayores de 18 años que no están inmunizados. Este último grupo, sumado a los rezagos que se han detectado en la obtención de la tercera dosis, enciende las alarmas en las autoridades del Minsal y distintos expertos frente a la necesidad de mantener un alto nivel de inmunización para evitar la proliferación del virus.
En este escenario, el requerimiento de la cartera de Salud apunta no necesariamente a toda la población, sino a grupos específicos, como personal de salud, adultos mayores y personal que trabaja en centros cerrados, como recintos de larga estadía y cárceles, donde los brotes pudieran tener consecuencias graves.
Así, en la próxima reunión, pactada para el 29 de diciembre, el Cavei debería zanjar la discusión, tras analizar, entre otros factores, el comportamiento del virus, la evolución de la pandemia, la experiencia internacional y la información local disponible.
“Yo supongo que va a terminar, y que es la postura mía, que sea oficial en algunos grupos, no creo que termine siendo, al menos en esta etapa, una vacuna universalmente obligatoria, pero eso está por discutirse”, detalla Rodríguez.
La postura del ente técnico, eso sí, no es necesariamente vinculante. María Luz Endeiza, presidenta subrogante del organismo e infectóloga pediátrica de la Clínica Universidad de los Andes, explica el paso siguiente a la entrega de su recomendación: “Nosotros trabajamos en base a lo que nos pide el Plan Nacional de Inmunización. Este es un tema que la exsubsecretaria de Salud Pública Paula Daza nos ha requerido y le estamos dando prioridad. Nosotros daremos nuestra resolución y el equipo al que se lo pasemos (en el Minsal) tomará la decisión que encuentre prudente”.
En el mundo ya hay países que hicieron mandatoria la inoculación, como Austria, donde este proceso entrará en vigencia a partir del 1 de febrero del próximo año. Otras naciones han optado por endurecer las medidas para quienes no se han inmunizado, como Grecia, que multa con 100 euros al mes a los mayores de 60 años que no estén vacunados.
En Chile, de momento, el gobierno ha optado por implementar restricciones a quienes no cuenten con ninguna dosis: estar inoculado es un requisito para entrar a bares, restaurantes, estadios o cines, de la mano con el Pase de Movilidad. Y en los últimos días los requisitos se han endurecido: desde este mes, los mayores de 45 años deben contar con la dosis de refuerzo para mantener activo su Pase de Movilidad -ya se inhabilitaron 740 mil a personas rezagadas-, medida que se replicará el 1 de enero para todos los mayores de 18 años.
El efecto de las vacunas
Vivian Luchsinger, viróloga y académica de la Universidad de Chile, enfatiza que “las personas que no se han vacunado tienen más riesgo de enfermar grave, mayor posibilidad de requerir atención especializada, hospitalizaciones o ingreso a la UCI, y mayor riesgo de muerte. Quienes no están inoculados no tienen la parte inmune preparada para combatir la infección y eso ya está demostrado”.
Según cifras del Minsal, la inmunización marca una diferencia en los ingresos UCI y en la mortalidad. La tasa de ingreso a una unidad crítica es de 4,4 cada 100 mil habitantes sin protección contra el virus. Y en quienes tienen su esquema basal completo esta cifra desciende a 0,9, mientras en la población con el refuerzo, las personas que requieren una cama crítica son 0,3 por cada 100 mil habitantes.
En la tasa de mortalidad la inoculación también tiene resultados positivos. De acuerdo a los registros oficiales, la incidencia en el grupo con la vacuna de refuerzo es 0,2, mientras que con dos dosis sube 0,7 y en el caso de los no vacunados aumenta a 2,5.
Para el académico de Salud Pública de la Usach Claudio Castillo es fundamental que, además de las restricciones, se generen facilidades para que las personas se puedan vacunar.
“Por ejemplo, yo he planteado que las personas puedan tener un día libre para vacunarse de manera que no tengan presión. También poder acercar la vacunación a espacios concurridos, de fácil acceso y no tan lejanos. De esta manera se generan incentivos y se disminuye la barrera, pero además se requiere mucha conversación y consejería”.
Hace casi dos semanas, el hallazgo de otra variante ha elevado la incertidumbre sobre el manejo del virus: el 26 de noviembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la variante ómicron, detectada en Sudáfrica, como una “preocupante” y dijo que puede propagarse más rápidamente que otras formas.
El pasado sábado, ómicron fue confirmada en Chile, en un extranjero residente que viajó a Ghana y volvió el 25 de noviembre.
En ese sentido, Endeiza destaca que es fundamental el avance de la vacunación: “Cuanto más contagioso es un virus, más alto es el porcentaje de personas que se necesita que estén vacunadas. Llegar al 100% es prácticamente imposible en toda vacuna, pero no es lo mismo tener un 75% que el 80% o 90% si el virus es muy contagioso. Si es más contagioso se tiene que estar por encima del 90%. El 75% es bueno, pero no es suficiente cuando el virus es muy transmisible”.
Actualmente, en Chile la cobertura -dos dosis- de vacunación en mayores de 18 años es de 91,3% y en los menores de edad ya alcanza un 62,4%. Además, esta semana se inició el proceso de niños de entre tres y seis años. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde) destacó la campaña de vacunación contra el Covid-19 en Chile, pues está entre los países con mayor porcentaje de población inmunizada.