Cómo fue la negociación y liberación de la trabajadora de AFP secuestrada por más de 6 horas
Desde temprano, y tras conocer la gravedad de la situación, personal de Carabineros desplegó un amplio operativo, manteniéndose al interior de la sucursal un suboficial perteneciente a la 17ª Comisaría de Las Condes para dialogar con el atacante, mientras que en el exterior se movilizó al GOPE y OS-9, con un francotirador listo para disparar.
“Podemos decir que fue un procedimiento tremendamente exitoso”. Fue la frase que dijo el coronel Fernando Gómez, jefe (s) de Zona Metropolitana Este de Carabineros, luego de concluir con casi siete horas de negociación con un sujeto, quien desde las 13 horas mantuvo como rehén a una trabajadora de la AFP Provida.
Desde temprano, y tras conocer la gravedad de la situación, personal de la policía uniformada desplegó un amplio operativo que se desarrollaba en la sucursal ubicada en avenida Apoquindo 4251, entre las calles Málaga y Asturias, en la comuna de Las Condes.
Al interior, el atacante de 55 años intentó retirar el dinero de la pensión de sobrevivencia de su fallecida cónyuge, trámite que le fue negado. Tal respuesta exasperó al hombre, lo que derivó en que este extrajera desde sus pertenencias un arma blanca de gran tamaño, con la cual intimidó a la ejecutiva.
Primeras negociaciones
Fue un suboficial perteneciente a la 17ª Comisaría de Las Condes, quien llegó en primera instancia hasta el sitio del suceso, al cual ingresó tras denunciado el secuestro por trabajadores que pudieron escapar minutos antes.
El funcionario policial se mantuvo durante toda la jornada, dialogando y negociando con el individuo, y al mismo tiempo intentar persuadirlo, sin emplear la fuerza, para que este desistiera de su actuar.
Mientras tanto, en el frontis e inmediaciones de la oficina, se apostaban diversas unidades policiales, tanto de los departamentos OS-9 y OS-7 como de la Dirección de Inteligencia de Carabineros, del Departamento Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos (SEBV), además de personal de seguridad municipal y de la empresa privada que brinda servicios a la entidad.
Al mismo tiempo, acudió el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE), los que dispusieron de un francotirador que se instaló en la azotea de un edificio emplazado frente a la sucursal.
En ese lugar, el efectivo se mantuvo atento, mientras observaba el desarrollo de la situación, con su fusil listo para disparar como último recurso con el fin de resguardar la seguridad de las personas que permanecían en el exterior, en caso de que el atacante utilizara la violencia y se negara a cooperar.
“Es la última opción aquí. La prioridad de Carabineros es que la víctima salga bien y el victimario también”, remarcó el coronel Gómez.
En torno a la negociación, detalló que el funcionario policial que estuvo dentro de la oficina mantuvo contacto en todo momento con el secuestrador.
“Desde hablar con él, saber los motivos que lo traían acá, hasta entregarle un vaso de agua para poder mantener un diálogo (…) En todas estas horas lo que se va tratando es de conocerlo, es saber quién es, cuáles son sus motivaciones, por qué está acá, qué es lo que piensa, qué es lo que quiere y de una u otra forma entrar a trabajar con ello”, sostuvo.
Eventual premeditación
En torno a que el delito haya sido premeditado, considerando que el atacante mantenía el arma cortante entre sus pertenencias, el jefe policial afirmó que “es parte de la investigación, de la revisión de las cámaras de donde extrajo las armas, obviamente las debe haber traído en un bolso o en una bolsa, no lo sé (… ) Obviamente, él traía esas armas blancas, venían por él, no sé en qué, en un bolso, en su vestimenta, no lo sé, pero era una arma blanca de una longitud bastante importante, entonces obviamente generaba una intimidación en las personas”.
Fue así que la tensión e incertidumbre reinó durante gran parte de la tarde, y mientras las horas avanzaban se conoció que principalmente, la demanda del individuo para liberar a la víctima tenía relación con el pago de un millón de pesos, monto que era parte de su requerimiento en la diligencia inicial que conllevó a la álgida situación.
En relación con este procedimiento, el coronel señaló que “es parte del trato que se va realizando en ese trabajo con el negociador, que cómo dice el nombre, negocia”.
“Te ofrezco algo, te quito algo. Dame la posibilidad de estar con la persona, déjame ver que está bien. No, es que necesito plata. No sé, se le entrega en el momento, obviamente no lo vamos a dejar que se vaya, pero necesito saber que la persona esté bien, muéstrame a la víctima, necesito verla, déjame hablar con ella, déjame darle un vaso de agua”, ejemplificó.
Sin embargo, el secuestrador habría pedido más dinero, negándose en un inicio a liberar a la trabajadora tras acceder a su petición principal.
“Es un trabajo sumamente desgastante, porque son personas que, en ese momento, al verse enfrentadas con esto, estar de por medio, al otro lado Carabineros, ellos con la víctima, obviamente hay un problema psicológico, de estrés que se va generando, y hay que trabajar con ellos, una persona que muchas veces no se sabe cómo va a actuar”, precisó.
Rescate
Esta situación conllevó a que, pasadas las 19.00 horas, personal del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) ingresara a la referida sucursal, detonando granadas de estruendo para distraer al sujeto.
“La idea es que la persona pierda la noción de lo que está haciendo”, agregó, enfatizando que al individuo no le fue pagada la cifra que demandaba.
Fue en ese momento en que tras casi siete horas de un intenso operativo, la mujer pudo ser rescatada ilesa, siendo retirada del lugar en una camilla y conducida en ambulancia hasta el Hospital del Trabajador.
“La señorita estaba muy preocupada. Estaba con un nivel de estrés importante, salió muy afectada. No tiene ninguna lesión, pero obviamente aquí hay un trabajo psicológico detrás que es importante para ella”, concluyó Gómez.
Finalmente, el atacante fue aprehendido por personal policial, siendo sacado por un costado de la sucursal y subido a una patrulla policial, para ser trasladado hasta la 17ª Comisaría de Las Condes. Ya este martes, deberá comparecer ante la justicia como imputado, siendo formalizado por el delito de secuestro.
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