La Compañía de Jesús informó esta tarde a través de un comunicado que cerró la investigación en contra del sacerdote Jaime Guzmán Astaburuaga y que los antecedentes serán remitidos a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el órgano eclesiástico competente para juzgar los casos de denuncias por abuso de menores.

La orden religiosa señala que "con fecha 10 de mayo de 2018, el abogado Waldo Bown ha concluido la investigación previa sobre nuevas denuncias presentadas por abuso sexual a menores en contra del P. Jaime Guzmán SJ, por hechos que ocurrieron con anterioridad al año 1994".

Agrega que "con fecha 25 de mayo de 2018, el Provincial de la Compañía de Jesús en Chile, P. Cristián del Campo SJ, decretó el cierre de la investigación y envió al P. General de la Compañía de Jesús todos los antecedentes recopilados por el Sr. Waldo Bown, para que estos sean remitidos a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el órgano eclesiástico competente para juzgar los casos de denuncias por abuso de menores".

En la actualidad, el padre Guzmán cumple una sanción canónica por abuso contra menores impuesta en 2012, que conlleva la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal y del contacto con menores.

También en el comunicado se indica que "en el contexto de la situación de crisis que atraviesa la Iglesia chilena y los pasos y medidas que el Papa Francisco ha pedido dar, con el fin de avanzar en transparencia, verdad, justicia y reparación, la Compañía de Jesús desea informar a la opinión pública de otros dos miembros de la Congregación que, en años anteriores, y luego de haberse recibido las denuncias y haberse realizado las investigaciones canónicas correspondientes, se les impuso una sanción canónica".

La referencia dice relación con los sacerdores Raúl González, denunciado en octubre de 2011 por un exalumno de la Escuela San Ignacio de Valparaíso, por abusos ocurridos en 1999, y Juan Pablo Cárcamo, quien fue acusado de abuso de conciencia y transgresión en el ámbito sexual a una mujer adulta en el marco de un retiro espiritual.

El comunicado precisa que luego de confirmarse la culpabilidad del sacerdote González en los hechos denunciados, "se impuso inmediatamente como pena el traslado a la Residencia San Ignacio en Santiago, la suspensión permanente de toda actividad pastoral y la prohibición de todo contacto con menores y adolescentes, sin presencia de otros adultos responsables. Desde esta misma fecha, el trabajo del Hno. González se limita a labores domésticas de su comunidad religiosa".

Y en cuanto al otro religioso, la Compañía de Jesús manifiesta que al "sacerdote Cárcamo se le redefinió su trabajo pastoral y fue sancionado canónicamente, dentro de su ministerio sacerdotal, con la suspensión de todo servicio de acompañamiento espiritual y de dar retiros personalizados. Se informó de la resolución a la víctima y se le ofreció apoyo para su camino de sanación".

Finalmente, en el comunicado se indica que "como Compañía de Jesús estamos comprometidos en avanzar en nuestros procedimientos de acogida, cuidado y prevención, así como en todo aquello que permita una mayor transparencia y diligencia para enfrentar cualquier situación abusiva. Asimismo, buscaremos poner todos los medios de justicia y reparación que contribuyan a sanar el daño del abuso a las personas afectadas. Confiamos en el trabajo que está realizando la Comisión independiente creada en marzo de 2018, con el fin de conocer en profundidad todo lo que sea necesario cambiar para que el drama del abuso no se vuelva a repetir".