Mientras la sala del Senado aún debatía sobre su nominación como nuevo secretario del Senado, el fiscal de la Zona Metropolitana Sur, Raúl Guzmán, llegaba este martes hasta el Congreso en Valparaíso. Horas antes, desde la Cámara Alta le habían avisado que -pese a la resistencia interna y los cuestionamientos que surgieron en torno a su designación- estarían los votos para su ratificación. Y así ocurrió.
Por 30 votos a favor, cuatro en contra -Ricardo Lagos (PPD), Carlos Bianchi (ind.), Juan Ignacio Latorre (RD) y Felipe Kast (Evópoli)- y siete abstenciones el persecutor se convirtió en el nuevo secretario general de la corporación, cargo que asumirá por el plazo de tres años y donde tendrá que enfrentar un complejo camino para cumplir con su principal objetivo: modernizar el Senado.
Pese a que el proceso de selección de Guzmán, de forma inédita en la designación de ese cargo, fue liderado por una consultora especializada, el que los comités del Senado eligieran su nombre por sobre el de los otros tres candidatos que llegaron a la recta final -los secretarios de comisión Julio Cámara y Pilar Silva y la exsubsecretaria de Hacienda y asesora del Consejo Resolutivo de Asignaciones, Macarena Lobos- instaló serias dudas tanto al interior de la corporación como fuera de ella.
El nombre de Lobos, pese a que era promovido por la DC, el PS y sectores del PPD y que además obtuvo el mayor puntaje, finalmente fue desechado luego de que la UDI planteara que su nominación no daría las garantías políticas suficientes. Mientras que Cámara y Silva fueron descartados por ser funcionarios internos de la corporación.
Su labor en el Ministerio Público fue reportándole crecientes críticas -primero desde el Frente Amplio y luego de legisladores de otros sectores- respecto de la "mala señal" que suponía su designación ante potenciales influencias indebidas que podrían suscitarse entre ambas instituciones, en el entendido de que el ente persecutor lleva investigaciones sobre irregularidades en el pago de asesorías externas en el Congreso.
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A eso se sumaron con los días las dudas que la designación del abogado generó dentro de las propias agrupaciones de funcionarios de la corporación, desde donde incluso lo acusaron de estar en una carrera solapada por el cargo de fiscal nacional y, además, de no tener experiencia en el trámite legislativo.
Críticas que se agudizaron este martes luego de que se conociera un video, publicado por CNN Chile, que registró la presentación del fiscal ante los parlamentarios, el fiscal señalara que iba a actuar como "un escudo protector del Senado".
Otro elemento que había generado dudas al interior del PS era el vínculo del padre de Guzmán en una causa de violaciones a los DD.HH. en la que fue sobreseído.
En ese contexto, fue que pocas horas antes de la votación varios senadores empezaron a desmarcarse del acuerdo que habían suscrito sus bancadas, advirtiendo los riesgos que podría implicar la asunción del fiscal.
Con todo, cada comité evaluó durante el almuerzo la situación. En la ex Nueva Mayoría advirtieron que lo mejor era asumir los costos y no restarse del compromiso, pese al voto disidente o la abstención de algunos parlamentarios que no cambiarían el resultado final. De hecho, se analizó que el rechazo del nombre del fiscal habría generado una verdadera crisis en la institución.
El debate
Las cartas ya estaban echadas cuando los senadores llegaron a la sala pasadas las 16 horas. Pero para muchos, más allá del resultado, lo principal era el debate que se daría en torno a la nominación del nuevo cargo.
La discusión estuvo centrada principalmente en las aprensiones que tenían varios senadores por la asunción de Guzmán.
Lagos Weber advirtió que "el fiscal no es el problema, el problema es nuestra decisión y cómo se ve desde afuera". Mientras que Kast sostuvo que "lo más sano y prudente (...) era abrir un plazo para hacer un nuevo concurso".
Más duro fue Latorre, quien dijo que la designación de Guzmán abría un problema de legitimidad para el Senado y ponía en juego su prestigio. El parlamentario, además, sostuvo respecto del proceso de selección del prosecretario, la corporación debiese designar a Pilar Silva para asegurar la gobernabilidad y el equilibrio dentro de la Cámara Alta.
Sus palabras fueron cuestionadas por la senadora Yasna Provoste (DC) y su par de Evópoli, Carmen Gloria Aravena, quienes lo acusaron de ser "poco serio" al pedir transparencia y al mismo tiempo proponer un nombre para un concurso que ya está abierto.
Además, la discusión estuvo marcada por la compleja situación que atraviesa la institución y por los "privilegios" que hoy ostentan diversos funcionarios de la corporación, cuyos sueldos -según acusaron varios senadores- son "excesivos" y no se ajustan a la realidad del país. Ese será uno de los principales desafíos que tendrá que asumir Guzmán.
Manuel José Ossandón fue uno de los más críticos en ese sentido e incluso propuso rebajar el sueldo del secretario general, el que por ley asciende a más de 16 millones, al nivel de la dieta de un senador.
Uno de los principales defensores de Guzmán, en tanto, fue el presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana, quien destacó la trayectoria profesional de Guzmán y descartó cualquier eventual conflicto de interés. Además, destacó que su mesa, precisamente, propuso una rebaja de cerca de 2,4 millones al sueldo del secretario general.
La defensa del fiscal
Tras ser ratificado por la sala del Senado, el fiscal Guzmán lamentó "que ciertas críticas y ciertos mecanismos se hayan utilizado para enlodar este proceso. Acá se han formulado reclamos extemporáneos, bastante infundados, que además tampoco se condicen con la realidad del esquema organizacional de la Fiscalía Metropolitana Sur".
"Soy un profesional independiente y acá no vengo a hacer política, sino que a ejecutar un proyecto de modernización del Senado", agregó.
Sobre cómo enfrentará la resistencia al interior del Senado, Guzmán señaló que "desde el punto de vista de la gestión de personas, sin duda que hay que hacer un diagnóstico, hay que determinar las necesidades de recursos humanos que existen en el servicio del Senado, las cargas de trabajo de cada uno de ellos y, por supuesto, si hay algún grado de resistencia eso también trabajarlo en conjunto".
El fiscal confirmó que renunciará este miércoles mismo al Ministerio Público.