El temor y la incertidumbre se apoderaron hoy de la comunidad de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), tras la amenaza anónima de tiroteo, publicada en un foro internacional y que se difundió rápidamente entre alumnos, profesores y administrativos.

"Soy estudiante de 4to año de derecho en la PUCV en Valparaíso, Chile. Estoy reprobando cada curso y mataré a todos los maestros y todos los estudiantes que pueda antes de suicidarme. Tengo un rifle SCAR, una pistola Beretta, un montón de municiones y algunos explosivos. El tiroteo comenzará mañana al mediodía (GMT-4). Deséenme suerte", dice la advertencia, que obligó a suspender las actividades de la Casa Central.

Hoy, el edificio ubicado en la Avenida Brasil de Valparaíso amaneció cerrado. Y los teléfonos, en los diversos edificios del plantel, no pararon de sonar: en su mayoría, padres preocupados por la amenaza, el resguardo de sus hijos y la mantención de clases en otras sedes, que optaron por no interrumpir el programa regular. Este último hecho, en particular, concentró la molestia de los apoderados: "¿por qué la vida de mi hijo vale menos?", inquirieron en las distintas facultades.

"Recibí llamados de padres molestos porque no se suspendieran las clases en todas las sedes", relató Ivonne Vera, del sindicato de funcionarios. "Hemos tenido que hacer contención y explicar que también arriesgamos nuestra vida", añadió.

Carolina Pérez, consejera superior electa de la PUCV y alumna de cuarto año de Derecho, manifestó que la situación "es preocupante, porque se expone la vida y la integridad de toda la comunidad", pues "muchos consideramos que esta amenaza pudiera ser real, debido al estado de salud mental en el que se encuentran nuestros compañeros por la sobrecarga académica. Hay algunos que deben tomar más de 10 ramos y eso genera estrés, crisis de pánico y que muchos anden 'empastillados'".

Esta amenaza se suma a una previa, ocurrida en septiembre, cuando en una página de confesiones de la universidad, un alumno -que aseguró ser de Derecho- publicó que "esta facultad sólo destruyó mi vida (…) quedan pocos días y les enseñaré que no deben hacerle esto a nadie (…) nadie podrá ignorarlo, cargarán todos con eso en la mente".

Y si bien no se ha confirmado que los mensajes tengan relación, los alumnos plantean que estas reacciones derivan del "estrés o la depresión que hace tiempo venimos puntualizando que existe en el alumnado", dijo Felipe Godoy, presidente de la Federación de Estudiantes de la PUCV y vocero nacional de la Confech. "Nos parece preocupante el nivel al que llega la rigurosidad de la carrera", añadió.

Para Godoy, lo vivido es "alarmante" y consecuencia de que "más de algún estudiante ha dicho 'ya no doy más'. Hay muchos comentarios 'me quiero morir'. En la escuela la cantidad de pastillas que se toman es inmensa. Es difícil llevar la carrera porque son muchas horas de clases en algunos casos".

A su vez, Pérez agrega que el recinto "tiene una serie de psicólogos, pero las listas de espera son de tres meses y en ese periodo, la persona puede haber atentado contra su vida".

El rector de la PUCV, Claudio Elórtegui señaló que dentro de los 15 mil alumnos que tiene el plantel, "necesariamente va a haber personas que pudieran tener algún problema psicológico antes de entrar a la universidad". Y en cuanto a la carga académica, la autoridad indicó que "esta es una universidad exigente, donde los estudiantes se ven sometidos a exigencias altas, pero no compartimos que el origen de estas situaciones tengan que ver con eso", pues hay escenarios de estrés "que afectan a la vida moderna y están más allá de lo que nosotros podemos hacer".

Sobre presuntos responsables, Elórtegui dijo que "hay algunas posibilidades e hipótesis, no es fácil identificar una cosa así. No descartamos nada, esto puede ser una amenaza o una persona con desviación mental que se quiso dar un gusto", aseguró, precisando que, "no le damos veracidad (a la publicación), pero está amenazada la integridad física de las personas, por lo tanto tenemos que tomar los resguardos para prevenir, hasta donde sea posible, en una universidad con tantas sedes".

La fiscalía de Valparaíso abrió una investigación: "La PDI inició las diligencias para identificar al autor y se tiene información de que había un alumno expresándose en esos términos y no se había denunciado oficialmente, ahora se denunció en conjunto con lo de este foro, donde estaban las amenazas de muerte", dijo la fiscal Mónica Arancibia.