Las autoridades y los datos lo confirman: los incendios forestales han disminuido un 36% en cantidad y un 53% en hectáreas afectadas a nivel nacional. Un resultando significativo si se compara con el periodo 2023-2024 cuando las llamas golpearon a ocho comunas de la zona centro-sur del país, dejando una superficie quemada de más de 400 mil hectáreas.
Sin embargo, desde las comunidades han alegado que no se ha visto la misma disminución respecto al origen del fuego, en especial, en cuanto a la intencionalidad. “Se presume intencionalidad por la recurrencia de los incendios en tres puntos de manera simultánea”, acusaba el 11 de enero el director subrogrante de seguridad pública de la comuna de San Pedro de la Paz, Victor Betancurt, luego de que un incendio afectara al sector Junquillar.
Según datos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), organismo a cargo de monitorear e investigar la causa de los incendios forestales, los porcentajes de intencionalidad y negligencia de los siniestros s han mantenido en el tiempo. Por ejemplo, la temporada pasada (junio 2022 a junio 2023) un 25% de los incendios resultaron ser intencionales y el 70% restante fueron causados por negligencia. En la temporada actual, de los 927 siniestros investigados por Conaf, 28% resultó intencional y el 71-72% accidental o por negligencia.
“El porcentaje de intencionalidad está dentro del rango histórico del 25-30% y estos están asociados a distintas motivaciones, como búsqueda de beneficios económicos, venganza o reivindicación de alguna causa”, comenta a La Tercera el jefe del departamento de prevención y mitigación de incendios de Conaf, Rolando Pardo. Mientras que los negligentes que son la principal causa en el país, dice, son los que generan mayor afectación de hectáreas “y en su mayoría se originan por mal uso de equipos o maquinaria”.
Así se pudo constatar en el incendio que afectó al Cerro Mackay, Coyhaique, el pasado 25 de enero y que dejó 40 hectáreas afectadas hasta este martes. “Sucedió en un terreno a un costado de una casa donde se hizo una fogata para quemar basura, neumáticos, entre otros. De ahí se propagó por el pastizal y tomó todo el cerro, afectando bosque exótico y nativo”, narra a este medio el alcalde de la comuna, Carlos Gatica (DC).
Ante ese escenario, las autoridades han reforzado las medidas de prevención y educación hacia la comunidad para que estén atentos a su entorno de manera permanente. Asimismo, el Presdiente Gabriel Boric ha mencionado un fortalecimiento de los sistemas de control y predicción a través de profesionales y capacitación, lo que ha sido posible a través de un presupuesto de $148 millones para el combate de incendios.
Según agrega Pardo, La Araucanía y Biobío son las regiones donde se registra la mayor proporción de incendios forestales. En ambas casi la mitad ha sido así. ¿Las razones? Tales zonas concentran gran parte del sector forestal, tanto de empresas o particulares con predios. Más al norte, las cifras de intencionalidad se centran en Valparaíso y Atacama, debido a que son zonas con gran presencia de actividad ligadas a lo forestal.
Del 1 de julio de 2023 hasta la tarde del miércoles 31 de enero, 9.813 hectáreas habían sido consumidas en esas cuatro regiones.
Cerca del 40% de los incendios forestales son investigados por Conaf, aunque estos deben cumplir con ciertos requisitos para realizar las pericias correspondientes. El resto, se aboca a un proceso de estimación o indagación que no necesariamente cuenta con una pericia científica o un informe.
“Contamos con criterios que definen si un incendio se investiga o no. Por ejemplo, si este deja víctimas fatales o heridos; si se produce o afecta a un área silvestre protegida; si afecta a una infraestructura crítica o un sector de alto valor ecológico; si es un incendio donde la policía ha tomado detenidos o hay confeso fragante. Si es un incendio de alta magnitud también se investiga”, recalca.
Estas investigaciones, como se ha dicho, son realizadas por 40 equipos técnicos, compuestos por 75 profesionales de diversa índole, entre los que se cuentan ingenieros forestales, peritos policiales, excarabineros, sociólogos, geógrafos o ingenieros ambientales. Hoy, de hecho, hay 49 incendios en proceso de investigación.