Un periodo complejo en materia de incendios forestales se prevé este año. El incremento de las temperaturas, la sequía y la creciente intencionalidad de los eventos llevó a que la Corporación Nacional Forestal (Conaf) ya tenga listo el plan nacional para la prevención y combate de estos siniestros durante la temporada que se inició el 1 de julio y se extenderá hasta el 30 de junio de 2021.

El ministro de Agricultura, Antonio Walker, cartera de la que depende la Conaf, explicó que la temporada “será durísima, porque el bosque está muy seco, con estrés hídrico, lo que implica que hay gran cantidad de material que actúa como combustible”.

De acuerdo al análisis realizado por la Conaf, habrá condiciones favorables para que se generen incendios forestales debido al déficit de precipitaciones imperante y a que las temperaturas serán entre 0,5ºC y 1,5ºC más altas que el promedio de los últimos 30 años, entre las regiones de Valparaíso y La Araucanía.

El secretario de Estado señaló que se definió un plan para enfrentar este escenario, que contempla 262 brigadas para combatir el fuego, integradas por 3.021 brigadistas (el año pasado fueron 238 brigadas, con 2.515 personas). También habrán medios aéreos para apoyar las labores: 35 helicópteros (se arrendarán, nuevamente los helicópteros Chinook que lanzan grandes volúmenes de agua), además de 26 aviones.

“También habrá brigadas nocturnas que laboren en zonas cercanas a las ciudades, para evitar el avance de los incendios hacia áreas pobladas”, añadió Aida Baldini, gerente de protección contra incendios de la Conaf.

De hecho, la semana recién pasada se realizaron los exámenes a los aspirantes a ser brigadistas en la Región Metropolitana, proceso en el que las postulaciones subieron 148% respecto de la temporada anterior.

Además, este año regirán estrictos protocolos en las bases de ingreso de los brigadistas, debido a la pandemia del Covid-19, por lo que el personal deberá realizar una declaración jurada que consigne que no posee el virus y también se restringirán las visitas a sus lugares de base, para evitar que el personal se exponga al virus.

Intencionalidad

Un antecedente que preocupa a la Conaf es que ha aumentado la cantidad siniestros intencionales. Las cifras indican que el 43% de los episodios en el periodo 2019-2020 fue generado por desconocidos, situación que ha ido al alza en los últimos años (ver infografía).

En regiones como el Biobío, se estima que el 68% de los incendios fueron provocados con el fin de hacer daño, mientras que en Ñuble la cifra fue de 51%. Por eso, la cantidad de eventos, a nivel general también ha crecido: la temporada recién pasada se registraron 8.128 incendios a nivel nacional, los que consumieron 102 mil hectáreas, mientras que en el periodo inmediatamente anterior fueron 7.219.

Aida Baldini señaló que debido a esta situación se trabaja con las comunidades en la prevención, por lo que se han realizado reuniones con los habitantes de zonas de interfaz (áreas donde limita la ciudad con los bosques), con el objetivo de que se mantenga la limpieza y la preparación ante posibles emergencias.

Junto con ello se están construyendo cortafuegos en las áreas de riesgo. Esta temporada, la meta es hacer 2.915 kilómetros de cortafuegos o sendas donde se retira la vegetación en áreas que colindan con las áreas vegetaciones, para que no haya material inflamable.

Daño evitado

Con todo, Baldini también agregó que con las estrategias para el combate los siniestros se ha logrado obtener beneficios. Una modelación realizada por la Conaf sobre 63 los incendios forestales de magnitud ocurridos el verano pasado, entre Valparaíso y Aysén, arrojó que estos eventos afectaron 55.840 hectáreas, pero que, al controlarlos y luego extinguirlos, se evitó que resultara quemada una superficie equivalente a 168 mil hectáreas. También, según el mismo estudio, se logró impedir que el fuego amenazara a 328 localidades, donde residen 96.212 personas. Así, se impidió que se destruyeran 33.700 viviendas en esos mismos lugares.

Juan José Ugarte, presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) sostuvo que, al analizar los resultados de la temporada pasada “vemos con preocupación el dramático aumento de los incendios de carácter intencional, los que representaron más del 62% incendios en la macrozona forestal. Vemos con preocupación lo que ocurre en las provincias de Arauco, Biobío, Malleco y Cautín”.

Por ello, Ugarte explicó que junto a la Conaf “estamos implementando un programa de manejo integral en sectores con alta ocurrencia histórica de carácter intencional, implementando prevención social y el manejo del combustible”.

Corma informó que están fortaleciendo la coordinación del combate aéreo de incendios, “clave al momento de enfrentar un incendio con más de una institución participando”. Para ello, las firmas forestales y Conaf están trabajando en mejorar la seguridad en las operaciones aéreas de combate de incendios.

Respecto de los recursos destinados al combate de los siniestros, las empresas forestales socias se encuentran en pleno proceso de contratación y licitación de los recursos como aviones y helicópteros de combate para la temporada 2020-2021. “Estimamos que el sector privado contará con una cantidad de recursos similar a la alta dotación de la última temporada, con aeronaves grandes, medianas y livianas, con gran capacidad para operar en terrenos difíciles o cargar agua con rapidez incluso desde el mar, y también tecnología de punta para la detección en línea de focos, y fortaleciendo el combate nocturno”, dijo Ugarte.