Hace dos semanas, el contralor interno del municipio de Viña del Mar, Hugo Espinoza, transparentó el déficit de más de $ 13 mil millones que afecta a la sede comunal y que tiene una data de siete años.
Se trata, a juicio de los funcionarios, de la "mayor crisis financiera" que ha enfrentado la entidad. Todo esto, sumado a una investigación de la Contraloría General de la República y a una querella por fraude, lo que obligó a la alcaldesa Virginia Reginato a suspender sus vacaciones y programar un concejo municipal para este jueves, donde se entregarán detalles de la deuda.
Los concejales están divididos frente a los últimos hechos. El bloque oficialista, que es mayoría en el concejo, espera expectante el balance de las arcas, pero son cautos al momento de emitir juicios. Mientras, los representantes de la oposición exigen total transparencia de la contabilidad y llaman a asumir responsabilidades.
Laura Gianicci (DC), quien cumple su quinto periodo como concejala, dice que "desde que estoy aquí es la crisis más profunda, porque además de los números, los concejales no conocemos la información completa. Da la impresión de que hay un mundo paralelo y medio oscuro. Se perdió toda confianza".
El comunista Víctor Andaur añade que "fuimos los últimos en enterarnos de una tremenda deuda, cuando se trata de uno de los municipios más ricos del país".
Grupo oficialista
Desde el grupo oficialista llaman a no adelantar conjeturas. Jaime Varas (UDI) sostiene que en la próxima sesión del concejo "se estregará el detalle sobre el plan de ahorro y cambios internos. Confío en la veracidad de la información entregada por funcionarios y asesores municipales".
Por su parte, Gabriel "Coca" Mendoza (independiente en cupo UDI) sostiene que "aquí hay una mala campaña en contra de la alcaldesa, porque yo veo a muchos concejales que reclaman, y por qué no fiscalizaron antes, por qué aceptaron y aprobaron todos los presupuestos antes".
Macarena Urenda (UDI) plantea que "hay que reconocer errores en la gestión, porque al haber poca eficiencia hay menos transparencia. Esto significa un desorden y es la alcaldesa la que debe hacerse cargo".
Rodrigo Kopaitic (RN) admite el momento "complejo" y apunta a la necesidad de que "en un futuro exista un director administrativo de finanzas, que ejerza con plenitud y a tiempo completo un cargo para alcanzar los equilibrios financieros".
Sin embargo, desde el mismo partido, el nuevo concejal Carlos Williams se mostró más crítico: "Esas cifras demuestran que es la gran crisis del municipio. Parece que todo se conocía de manera interna sin compromiso con la ciudadanía. Yo estoy esperando ver las cifras que nos entregue la Contraloría y conocer la verdad".
Pamela Hödar (UDI), en tanto, lamenta la situación y expresa tener "confianza en que todo se aclare con información transparente".
Responsabilidades
Marcela Varas (PPD), en su primer concejo como edil en 2017, pidió la realización de una auditoría para conocer los alcances de un eventual déficit. En ese minuto no tuvo respaldo de sus pares. Actualmente, es la más radical en cuanto a las responsabilidades que, a su juicio, deberían asumirse.
"Yo esperaría que la alcaldesa reconozca el déficit, que pida la renuncia a sus asesores que la han llevado al descalabro de la ciudad, que reduzca la planta de honorarios y, si eso no ocurre, que dé un paso al costado, porque es la máxima autoridad y tiene que responder", indica.
El independiente ligado al PS Sandro Puebla coincide en que "es la crisis más importante que se ha enfrentado. Se puede entender una deuda, pero al ocultarla se pierde toda credibilidad. Todos estamos esperando que cuando nos encontremos con la alcaldesa nos dé una explicación, porque a sus asesores no les creo nada".