"Estoy muy contento de poder llegar a Osorno y empezar a conversar y escuchar a la gente de las comunidades cristianas de nuestra diócesis. He sabido sobre la división, pero también sé que hay mucha buena voluntad y buena disposición". Esas fueron las primeras palabras del nuevo administrador apostólico de Osorno, Jorge Concha Cayuqueo, tras su llegada hoy a la zona por primera vez, luego de que esta semana se aceptara la renuncia del exobispo Juan Barros.
El sacerdote, quien anteriormente se desempeñaba como obispo auxiliar de Santiago, llegó alrededor de las 18 horas a la Catedral San Mateo en la Plaza de Armas de la ciudad, donde se encontraban reunidos los enviados papales Charles Scicluna y Jordi Bertomeu con distintos religiosos y religiosas de Osorno.
Según fuentes cercanas a la diócesis, una posibilidad es que Concha Cayuqueo presida la misa "de camino a la reconciliación" que se realizará este domingo a las 11.30 en la catedral. Esta será la última actividad en la que participarán los enviados papales antes de regresar a Santiago, y busca reunir a todos los sectores de la comunidad, que ha estado dividida desde el nombramiento de Barros en 2015.
Sobre la incertidumbre que ha surgido respecto de la participación de las agrupaciones de laicos en la misa, Charles Scicluna señaló que "están todos invitados y son libres de aceptar la invitación". Agregó: "la eucaristía será un momento de oración, por la reconciliación. Esto es un don del señor".
El vocero de la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno, Mario Vargas, sostuvo ayer una reunión con los enviados papales y explicó que se había desechado la solicitud de que el Papa Francisco pidiera perdón a través de una videoconferencia.
También se definió que miembros de la agrupación de laicos y laicas lean peticiones, pero al interior de la organización algunos han manifestado que no se entregarán el "saludo de la paz".