El 3° Tribunal Oral en Lo Penal de Santiago dictó veredicto condenatorio en el juicio contra Patricia Isabel Henríquez Cortez y Enrique Alejandro Hanson González, por su culpabilidad como autores en el delito de homicidio calificado en calidad de frustrado, en el caso de la enfermera Pola Álvarez, apuñalada al salir de su trabajo en la Clínica Cordillera de Las Condes en junio de 2022.
La Fiscalía Metropolitana Oriente está solicitando 12 años de cárcel para ambos.
La fiscal de Las Condes, Carmen Gloria Guevara, destacó el trabajo investigativo que permitió que en una decisión unánime el tribunal condenara a Hanson como autor material y a Henríquez como autora intelectual del crimen.
“No solo que se condenaran a dos personas, sino que se condenaran por un homicidio de tipo calificado, o sea, más grave que un homicidio simple, claramente en grado de desarrollo frustrado. Pero además cobra bastante interés este veredicto y obviamente la sentencia, y es lo que asumía el Ministerio Público durante la investigación y en el juicio oral, que acá hubo un autor material, el que clava las once puñaladas, pero también una autora intelectual, la que da los medios, como lo dijo el tribunal, la que da el a quién, el por qué, dónde, cómo y cuándo”, planteó la fiscal.
El homicidio frustrado de la enfermera de Las Condes
La mañana del domingo 26 de junio de 2022, Pola Andrea Álvarez Cortés, de 32 años entonces y madre de dos niños, terminaba un turno de 24 horas en la Clínica Cordillera de Las Condes y caminaba a su hogar cuando fue interceptada en la vía pública por un motorista que le propinó 11 puñaladas con un arma blanca. La mujer fue apoyada para retornar a la clínica y debió ser operada de urgencia. Producto de esa intervención no perdió la vida.
A los tres días, la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a dos personas por su presunta responsabilidad en el homicidio frustrado de la trabajadora. Una de ellas, desde un primer momento fue apuntada por los familiares de la mujer que se debatía entre la vida y la muerte. La familia acusó un posible caso de sicariato vinculado a rivalidades laborales y recordaba una serie de hostigamientos que debió enfrentar Álvarez en su lugar de trabajo.
Ese dato fue clave para la detención en operativos en domicilios de Puente Alto y Ñuñoa de Patricia Isabel Henríquez Cortez, también enfermera de la clínica, despedida dos semanas antes del crimen, y Enrique Alejandro Hanson González, un hombre que era la pareja de esta colega de la víctima.
La trabajadora atacada había asumido una jefatura en el turno de urgencias de la clínica, un cargo que antes ocupó Henríquez.