Tras la realización de un juicio abreviado, donde el imputado reconoció sus delitos, el Juzgado de Garantía de Temuco condenó por un delito de homicidio frustrado y dos de lesiones graves al médico cirujano Nelson Obregón Martínez, quien dejó con secuelas a tres mujeres a quienes les realizó cirugías plásticas sin contar con los conocimientos ni el equipamiento adecuado para efectuar tales intervenciones.
El imputado fue condenado a 3 años y un día de presidio por el homicidio frustrado y otras dos penas de 61 días por las lesiones graves. Sin embargo el tribunal le otorgó el beneficio de la libertad vigilada intensiva, por su irreprochable conducta anterior y su colaboración al esclarecimiento de los hechos.
El caso más complejo se registró el 7 de diciembre de 2016, al interior de la Clínica Sinergia de la ciudad de Temuco, donde el imputado “sin contar con la especialidad médica respectiva y conociendo y aceptado las consecuencias que sus acciones podrían generar, practicó a la víctima S.B.O., sendas cirugías plásticas mayores combinadas, que incluyeron una lipoaspiración Vaser más una abdominoplastía”.
Aunque los procedimientos -que se extendieron por más de 9 horas- eran de alta complejidad, fueron realizadas por Nelson Obregón en un recinto de pabellón de cirugía menor con prohibición sanitaria de funcionamiento, bajo anestesia local y sedación administradas por él mismo, sin la presencia de un anestesiólogo y sin contar con las condiciones médicas exigidas, indica el fallo.
Tras dar de alta a la víctima, esta comienza a mostrar complicaciones post operatorias en su domicilio, registrando la noche del 8 de diciembre una hemorragia severa.
Transfusión de su propia sangre
El imputado aceptó los hechos de la acusación, lo que es relevante, pues se acreditó que hubo en estos casos más que un actuar negligente.
El fiscal a cargo de la investigación, Juan Pablo Gerli, indicó que “el recinto donde se efectuaron estas intervenciones no reunía los requisitos establecidos para poder realizarlas y no tenía los permisos correspondientes”.
Agregó que el hecho se agrava ya que en uno de los casos el imputado, pese a ver la situación de gravedad que afectaba en ese momento a una de las víctimas, en vez de trasladarla a un recinto que contaba con las condiciones para entregarle una atención adecuada “optó, específicamente para evitar ser descubierto, efectuar una transfusión directa desde su propia sangre a la víctima”.
Agregó que “las tres personas afectadas quedaron con secuelas tanto físicas como emocionales. Dos de estas víctimas incluso habían manifestado su preferencia a optar por este tipo de procedimientos y evitar llegar a un juicio oral para evitar obviamente una nueva victimización, respecto a tener que declarar sobre lo que lamentablemente les había tocado padecer”, cerró el fiscal.