A 29 kilómetros de la costa, frente a Coronel, Región del Biobío, se encuentra emplazada la isla Santa María. Cuenta con cerca de dos mil habitantes, quienes están distribuidos en dos pequeñas localidades Puerto Norte y Puerto Sur.
La actividad productiva de los habitantes del sector se basa principalmente en la pesca artesanal y en la pequeña agricultura. Prueba de su lejanía de los centros urbanos y de habitabilidad es el hecho de que hace más de 20 años que no se construían viviendas. Sin embargo, dicha situación cambiará gracias a un programa del Ministerio de Vivienda, ejecutado por el Serviu del Biobío, que permitirá construir 94 nuevas viviendas en la isla Santa María.
La construcción de viviendas, que partirá en marzo, se distribuirá en ambos extremos de la isla, comenzando en el sector de Puerto Norte, para luego continuar en Puerto Sur. La idea es construir en los sitios de los beneficiaros, reemplazando sus actuales viviendas.
"La mayoría de las familias que habitan acá no cuentan con los recursos para hacerse una vivienda por sí solos. Muchas de las familias viven en precarias condiciones, por lo que existen muchas personas que necesitaban una vivienda", comentó Evelyn Veloso, dirigente del Comité Puerto Sur.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo destinó más de $ 4 mil millones para la construcción de las nuevas casas, con un subsidio promedio por familia de 1.600 UF.
La estructura de las viviendas será de madera de pino integrado que irá en los muros, pisos y cerchas. La cubierta será de planchas de zinc prepintadas. Las zonas húmedas serán revestidas con planchas de fibrocemento de 6 mm, cielos con planchas de yeso y los pisos con pavimento vinílico.
"Estas familias viven de manera muy precaria, son viviendas que están funcionando con una fosa séptica y por lo tanto el poder construir viviendas nuevas nos parece que es un tremendo logro", declaró Jaime Arévalo, seremi de Vivienda del Biobío.
La maquinaria pesada que se utilizará para la construcción de las viviendas será trasladada en las mismas barcazas que conectan a los habitantes de la isla con el continente.
"Fueron muchas promesas que no se cumplieron, entonces lo que nos está pasando es gratificante y nos alivia", sostuvo Liliana Vásquez, habitante de la isla.