La Contraloría Regional de Valparaíso dio a conocer un informe de investigación especial que buscaba atender denuncias sobre diversas irregularidades relacionadas con el contrato suscrito entre la Municipalidad de Viña del Mar y la empresa a cargo de la concesión del Casino de Viña del Mar, AMC.
El documento, que ya fue enviado a personal de Control Interno del municipio y a la alcaldesa, Macarena Ripamonti (RD), constató diversas falencias en el cumplimiento del contrato de la concesión y diferencias entre las personas que ingresaron al casino versus las entradas vendidas entre enero de 2017 y julio de 2018, lo que derivó en que los ingresos apercibidos por el municipio fueran mucho menores a los esperados.
Por otra parte, durante la fiscalización, el municipio envió un archivo en el que se indica que, por ley, debían destinar al fondo de bienestar social e indemnizaciones y a la Orquesta Sinfónica de Viña del Mar, montos en base al número de entradas registradas como vendidas por el ingreso a las salas de juego del casino. Sin embargo, las sumas informadas que se entregaron entre 2017 y 2019, son mucho menores a lo que correspondería.
Por todo esto, la Contraloría instruirá un sumario administrativo con el objetivo de determinar las eventuales responsabilidades administrativas de los funcionarios que con su actuar u omisión, permitieron la ocurrencia de los hechos descritos.
Cabe señalar que todas estas infracciones se enmarcan durante administración anterior, encabezada Virginia Reginato, quien en julio fue obligada a dejar su cargo de concejal por una sanción que le impuso el Tribunal Calificador de Elecciones por “notable abandono de deberes”, que le impedirá ejercer cargos públicos durante 5 años.
Subconcesión a Enjoy
Según informa el documento publicado por Contraloría, la concesión del Casino de Viña del Mar, estaba a cargo de la empresa Antonio Martínez y Compañía Ltda. (AMC). El contrato que regulaba estos servicios disponía como condición esencial que la concesión fuera administrada personalmente por el adjudicatario, y además establecía que en ningún caso podía ser subconcedida, ni subcontratada la explotación de los juegos de azar.
Sin embargo, el ente contralor pudo verificar que AMC celebró con Enjoy Gestión Ltda., dependendiente de Enjoy S.A., un contrato de servicios que le permitía a la segunda fijar las políticas y procedimientos de administración de los distintos juegos, monitorear operaciones diarias de las mesas de juego, prestar capacitación y asesoría permanente a AMC, implementar planes operacionales, desarrollar nuevos juegos, etc.
A contar del 1 de marzo de 2016, las empresas aludidas suscribieron a otro contrato similar, cuya vigencia se extendía por todo el tiempo que durara la concesión.
Por otra parte, se advirtió en las Memorias y estados financieros de Enjoy S.A., que a partir del año 2015, AMC se convirtió en una empresa subsidiaria de Enjoy S.A., y que era controlada en un 100%, de manera indirecta, por su filial Enjoy Gestión Ltda. “Incluso, se indica que el 31 de diciembre de ese año, los socios de AMC y Enjoy Gestión Ltda., celebraron un acuerdo en virtud del cual esa ex concesionaria cedía a Enjoy Gestión el control de la sociedad, como asimismo, el derecho a percibir la totalidad de los beneficios o utilidades que genere y/o distribuya la misma a contar de la fecha de ese acuerdo”, se lee en el documento.
Todo esto, a juicio de Contraloría, estaría transgrediendo el numeral 4 de las bases que rigieron la concesión y sería un incumplimiento a una de las obligaciones que el contrato imponía a la exconcesionaria.
Diferencias en la cantidad de asistentes
Otro de los grandes resultados que arrojó la investigación, es que la cantidad de entradas registradas como vendidas entre enero de 2017 y julio de 2018 fue mucho menor a las personas que debieron haber ingresado a la sala de juegos durante ese período.
Explica Contraloría que, si bien durante la fiscalización no fue posible determinar con certeza el número de personas que efectivamente ingresaron al recinto, se realizó un cálculo en base a otro período similar y las diferencias son notables. “Si se considera que entre agosto de 2018 y diciembre de 2019, el promedio mensual de entradas vendidas fue de 23.139, es razonable sostener que el número estimado de personas que concurrió a las salas de juego entre enero de 2017 y julio de 2018, habría ascendido a la cifra aproximada de 439.641, cifra muy superior a los 8.369 tickets comercializados por el municipio ese último periodo”, dice el documento.
Con esas 8.369 entradas vendidas como registradas, la municipalidad percibió un monto de $31.802.200, monto que dista considerablemente de los más de $ 1.600 millones que podrían haber llegado a las arcas del ente edilicio, correspondiente a la venta de tickets de las 439.641 que según estima Contraloría podrían haber concurrido a las salas de juego.
Por último, señala el documento que “durante la fiscalización no se proporcionaron antecedentes que den cuenta que la empresa AMC haya pagado al municipio la suma de $68.118.800, la que de acuerdo a lo informado por el Jefe de Inspección del Casino al Director de Concesiones a través del memorándum N° 13, de 2020, corresponden a 17.926 voucher emitidos por esa concesionaria, para liberar a sus clientes del pago de la entrada a las salas de juego”.
Al respecto, indica Contraloría que es el municipio quien deberá ponderar ejercer acciones civiles en contra de AMC.
Fondos sociales
La ley 17.312 del año 1970, establece que la Municipalidad de Viña del Mar, debe destinar cierto porcentajes de sus ingresos por venta de entradas al Casino a finalidades de beneficio social y a la subvención de la Orquesta Sinfónica de la ciudad.
Entre los años 2017 y 2019, y en base al número de entradas registradas como vendidas por el ingreso a las salas de juego -indicador que determina el monto a entregar- el municipio debió destinar al fondo de bienestar social e indemnizaciones y la Orquesta Sinfónica, las sumas de $137.410.673 y $68.459.437, respectivamente.
Sin embargo, la entidad edilicia proporcionó un archivo correspondiente a una cuenta contable que señalaba que para ese mismo período, se registraron pagos por esos conceptos solo de $83.866.
Considerando la problemática de las diferencias entre números informados de ventas de entradas a las salas de juego que se “pudo ascender aproximadamente a 439.641 -lo que supera con creces los 8.369 tickets informados como vendidos por el municipio-, se estima que durante dicho periodo pudo aportarse al referido fondo de bienestar y a la orquesta sinfónica montos aproximados de $151.653.066 y $75.386.862, respectivamente, los que resultan ser muy superiores a las sumas de $2.886.926 y $1.435.094, informadas por la municipalidad para el mismo periodo”.
Otros incumplimientos
Además de las los incumplimientos ya relatados, el documento da a conocer que también faltaron a otras acciones que se indicaban en el contrato, tales como la implementación de un sitio web de fomento al turismo, un atraso en la autorización del nombramiento del nuevo gerente general, el establecimiento de un número menor de mesas de juego y de máquinas tragamonedas que lo que estipulaban las indicaciones, y otras de carácter administrativo.
Indicó Contraloría en el informe que “la Municipalidad de Viña del Mar, debe evaluar hacer efectiva la garantía de fiel cumplimiento establecida en el contrato de concesión, cuya vigencia se extiende hasta el 29 de septiembre del año en curso”.