La Contraloría encendió las alarmas en la Región de Coquimbo por una serie de irregularidades en cinco municipalidades que habrían mal utilizado los recursos destinados a paliar la escasez hídrica.

El ente fiscalizador detectó inconsistencias y sobreprecios en los libros contables de Coquimbo, Andacollo, Ovalle, Punitaqui y Salamanca.

Particulamente en la comuna de Ovalle, el organismo identificó que el municipio pagó un sobreprecio de $767.500 en la compra de bombas de agua; adquirió cuatro ejemplares por un valor de $1.442.500 sin IVA cada una. Pese a que los precios de otras empresas que ofertaron en la plataforma Mercado Público van desde los $149.990, alcanzando un máximo de $469.990.

En el marco de la falta de escasez hídrica, la Subsecretaría del Interior autorizó el uso de fondos de emergencia para solucionar deudas con proveedores en las comunas de Salamanca y Andacollo. Así, ambos municipios cursaron rendiciones por $31.730.545 y $14.195.652, respectivamente, por concepto de deuda de agua potable. Sin embargo, la Contraloría detectó que no mantenían ningún saldo adeudado.

Por lo mismo, la Delegación Presidencial de Coquimbo ordenó la restituión de $45.926.197 a las arcas municipales en un plazo máximo de 30 días hábiles.

Al largo listado de irregularidades también se suma que los municipios de Andacollo, Paihuano y Coquimbo adquirieron bienes y servicios por $109.337.229, pero no se encontró el registro con la firma de los beneficiarios que de cuenta de su correcta recepción.

Así las cosas, el organismo remitió los antecedentes ante el Ministerio Público y el Consejo de Defensa del Estado, encargados de iniciar las investigaciones correspondientes.