La Contraloría detectó una serie de irregularidades en trenes de pasajeros de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE), tras el análisis de seis maquinas recibidas y otras seis que se encontraban en proceso de fabricación y diseño. Dicha auditoría constató, entre otras cosas, que las especificaciones entregadas en cuanto a la cantidad de pasajeros no correspondía a las características solicitadas.

Además de esta indicación, el ente fiscalizador determinó que una de las pruebas de las maquinas, correspondiente al grupo de pruebas estáticas, no fue realizada. Por esto mismo, Contraloría ordenó a EFE un informe de exigencias y otros aspectos para los ejemplares contratados.

Junto con esto, Contraloría no requirió un estudio de “garantías de conjuntos” para los trenes del servicio Alameda –Rancagua, no así para otras maquinas destinadas para el tramo Biotren y Corto Laja. En ese último, también determinó que se ejecutaron menos pruebas que las definidas en los procesos de contratación.

Una de estas deficiencias fue la “verificación de ciclo de viaje”, que establece el periodo de tiempo de ida y vuelta del servicio, en ella se incumplió el tiempo de viaje especificado en el contrato.

Con estos antecedentes, la Contraloría dio un plazo de 60 días hábiles a EFE para enviar los antecedentes necesarios.