El 2 octubre de 2019, Hellen ingresó al Centro de la Mujer de Lo Espejo, dependiente del Servicio Nacional de la Mujer (Sernameg), dada una serie de acontecimientos vinculados al maltrato. El 15 de abril de 2020 fue víctima de un ataque violento por parte de su pareja: “Entre los dos hitos indicados transcurrieron 143 días corridos, sin registrarse ninguna gestión por parte del Centro de la Mujer (CDM) Lo Espejo”.

Este es uno de los hallazgos de Contraloría en un preinforme de auditoría del 9 de diciembre de 2020. Se trata de una investigación al “cumplimiento de las funciones realizadas por el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género -Sernameg-, Región Metropolitana, con el propósito de prevenir la propagación del Covid-19 en las casas de acogida y en los diversos centros de atención a su cargo, y de asegurar la continuidad de atención, protección y reparación de mujeres víctimas de violencia”.

Fueron poco más de 60 páginas las que Contraloría utilizó para desmenuzar el funcionamiento de los programas del Sernameg, donde destaca situaciones relacionadas al manejo de los casos de femicidios, al funcionamiento del teléfono de orientación 1445, al plan “Mascarilla 19”, la falta de control en las Casas de Acogida (CDA), las coordinaciones con Carabineros, y hasta problemas de higiene en los recintos (ver recuadros).

El periodo analizado por Contraloría fue entre enero y julio de 2020 y se revisó la atención de 8.036 mujeres en el Centro de la Mujer (CDM) y Casas de Acogida en la Región Metropolitana. Asimismo, se incluyen conclusiones de meses como septiembre y octubre del año pasado.

Una de las materias más cuestionadas fue el “control interno” de estos centros. Se relató el caso de una mujer que figuraba como usuaria de una Casa de Acogida, sin embargo, en la auditoría se identificó que no aparecía en calidad de atendida.

Otro tema identificado fue que “existen usuarias cuyos expedientes (carpetas físicas) no dan cuenta de tales atenciones. Lo anterior revela una falta de control y monitoreo del organismo auditado”.

También se verificó la ausencia informes de supervisión y control. Contraloría detectó que había carpetas respecto de atenciones en sus centros que “no mantenían la documentación mínima”.

Respuesta del servicio

El Sernameg envió sus descargos al entre contralor el 31 de diciembre, donde aclaró cada uno de los puntos cuestionados. Descartan falta de seguimiento en los casos de ataques a mujeres, problemas con la trazabilidad de los llamados e irregularidades en el funcionamiento del plan “Mascarilla C-19”.

La directora nacional (s) del Sernameg, Johanna Olivares, explicó a La Tercera que “todos los dispositivos de atención que realizaban intervención con estas mujeres (agredidas) desplegaron todas las gestiones que correspondía realizar, según las Orientaciones Técnicas dispuestas para estos casos”. En el caso de Hellen, se le contactó 19 veces, agregó.

Olivares indicó que ya pusieron toda la información en poder de Contraloría, e incluso abrieron sus plataformas para que puedan recabar todos los antecedentes necesarios. “Confiamos en que las observaciones realizadas de manera preliminar por Contraloría sean corregidas a través del informe de respuesta, sin perjuicio de que creemos que esta auditoría es una oportunidad para seguir mejorando nuestro trabajo”.

Los principales hallazgos de la auditoría

Seguimientos

Está el caso de Lorena, que registra un “preingreso” a un CDA el 31 de diciembre de 2019, y el 28 de mayo de 2020 fue agredida. Según Contraloría, “no consta que el referido CDA hubiera efectuado uso de referido seguimiento”. El Sernameg dijo que ella desertó del plan y después no pudo ser ubicada. El otro es el de Camila: el 22 de noviembre de 2019 entró a un CDA y el 8 de julio de 2020 fue atacada. El servicio indicó que se le contactó 18 veces y el 20 de diciembre volvió a entrar a un centro.

Falta de control

Contraloría identificó dos casos que dan cuenta de falta de control y “eficacia”. El primero tiene que ver con una mujer como usuaria del CDA Rebeca Ergas. De acuerdo a los registros del propio servicio, ella no figura como usuaria atendida. A su vez, en el CDA de Peñaflor se detectó el caso de una usuaria, pero no estaba en los registros oficiales. “Lo detectado evidencia la falta de control por parte del Sernameg respecto de las mujeres atendidas y su ubicación en los dispositivos CDA”.

Fono de atención 1455

Se criticó el fono de atención 1455, donde se orienta a mujeres agredidas. “Se identificaron 3.401 llamadas que fueron categorizadas como graves o vitales. De estas, se detectaron 2.571 llamadas, asociadas a un total de 2.172 números telefónicos distintos. No consta explícitamente que se haya realizado un ofrecimiento de derivación a algún dispositivo habilitado por el Sernameg”. El servicio dijo que cada llamado tiene su categorización y que una persona puede pasar por distintas calificaciones.

Mascarilla C-19

Este plan estaba orientado a que las mujeres llegaran a una farmacia y si estaban en compañía de su agresor, pudieran decir “necesito una mascarilla C-19”. La Contraloría criticó la implementación: “Se comprobó que el contacto con las mujeres que activaron el código se produjo luego de transcurridos hasta 73 días corridos”. El Sernameg descartó esta extensión en los plazos, pues ese es el tiempo que pasó para hacer un contacto oficial, antes ya se había establecido una comunicación.

Carabineros

El Sernameg debe hacer seguimientos a las denuncias ingresadas por Carabineros, sin embargo, esto no ocurrió, según Contraloría. “Consiste en la realización de al menos cuatro llamadas en días y horarios distintos dentro de las 48 horas siguientes contadas desde que se recibe la base de datos por parte del Sernameg y de 24 horas para las mujeres de riesgo vital”, dijo el ente contralor, pero “no existe evidencia de que se hayan efectuado los cuatro intentos de contactos que establece el contrato en estudio”.