Este martes, un grupo de chilenos se presentó en las afueras del Hotel Westin Palace de Madrid, denunciando las políticas medioambientalistas del Presidente Sebastián Piñera y su Gobierno, en medio de la Cumbre del Clima COP 25 que se celebra en el país europeo, y en donde se encuentra presente la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
Con pancartas en mano y parches en el ojo, los manifestantes coreaban gritos como "mientras Carolina desayuna, su Gobierno asesina", afirmando que "España acoge a un Gobierno asesino", en relación al estallido social producido en Chile y las acusaciones contra los Derechos Humanos revelados ayer lunes por el Human Rights Watch.
Los manifestantes entregaron folletos que recuerdan hechos como el no cierre de empresas contaminantes, la presencia de vertederos clandestinos, intoxicación en algunas zonas del país y la negación para firmar acuerdos que protejan la biodiversidad.
Recordemos que España se ofreció a acoger la cumbre tras la renuncia de Chile a causa de la grave crisis interna que vive el país. El Presidente Piñera por su parte, anunció que no acudirá a la cita en Madrid debido a que prefirió priorizar la agenda doméstica.
Tanto la ministra Schmidt como la ministra para la Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, coincidieron en la importancia de trabajar juntos para implementar el Acuerdo de París, que exige metas más ambiciosas a partir de 2020.
"La agenda climática está más vigente que nunca", señaló la ministra chilena, quien ha urgido a poner el foco en las personas, en una transición económica y social que sea justa, y que incluya a los gobiernos locales, regionales y al sector privado.
La crisis social y la crisis ambiental "son caras de una misma moneda", aseguró Schmidt, quien repasó durante su intervención algunas cifras que a su juicio avalan el "modelo de éxito" económico y social de su país, pero ha reconocido y lamentado que éste no ha llegado por igual a todos los chilenos.
Carolina Schmidt se refirió al "despertar" de la sociedad chilena, pero también a los graves disturbios callejeros, ha insistido en que "no habrá impunidad" para quienes hayan cometido actos violentos y ha recordado que el Gobierno se ha comprometido a elaborar una nueva Constitución.