Con miras hacia un fondo universal de salud, la exjefa de la cartera sanitaria Begoña Yarza encabezó cambios importantes al sistema. Así, a finales de junio anunció el “Copago Cero”, medida que entró en vigencia el 1 de septiembre y donde todas las personas que son beneficiarias en Fonasa no tendrán que pagar las prestaciones realizadas a través de la Modalidad de Atención Institucional (MAI).
En síntesis, tanto las atenciones hospitalarias (generales, odontológicas, de salud mental) como las de la Ley de Urgencia o algún programa especial (cirugía bariátrica o fertilización in vitro) siempre tendrán costo cero en la red pública.
La modalidad institucional ya no tenía costo para aquellos que formaban parte del tramo A y B, por lo tanto, el primer grupo beneficiado con la medida son los que integran el tramo C, quienes reciben un ingreso imponible mensual mayor a $ 380.000 y menor o igual a $ 554.800. De acuerdo a los datos de las autoridades, son 2.054.476 personas y más de un millón son titulares.
El segundo grupo son aquellos que pertenecen al tramo D, que tienen un ingreso imponible mensual mayor a $ 554.800. En este segmento hay 3.334.431 personas y más de 2,5 millones son titulares.
De acuerdo a las cifras más actualizadas de Fonasa, 168 mil personas han sido beneficiadas con la medida en su primer mes de implementación, 74.623 del tramo C y 93.422 del D. En concreto, esto suma 794.932 prestaciones.
Camilo Cid, director de Fonasa, detalla que “en este periodo las prestaciones más utilizadas dicen relación con la atención de urgencia, consultas de medicina general y especialistas, y exámenes de laboratorio e imágenes, siendo las más beneficiadas las mujeres entre 25 y 39 años, las que representan al 30% del total de personas”.
Según los datos de la autoridad sanitaria, con esta medida los beneficiarios de los últimos grupos ahorraron en promedio $ 32.171. El monto total es de $ 5.406.222.062.
En ese contexto, Cid explica que esta iniciativa ayudará a reducir el gasto en salud, uno de los más altos para los chilenos: “En las mediciones internacionales, Chile aparece con un 14% de la población haciendo gastos catastróficos en salud. Y un 2% de la población haciendo gastos empobrecedores en salud. Eso significa que ese 2% de la población, por su gasto de bolsillo en salud, cae en pobreza. Eso con el Copago Cero empieza a desaparecer”.
En primer persona
Aunque en promedio las personas de los tramos C y D ahorran en promedio 32 mil pesos, hay quienes han vivido procesos médicos largos y caros sin tener que costearlos. Ese es el caso de David Varela y su familia.
El hijo de David, Sebastián Varela, llegó al Hospital de La Florida el pasado 11 de enero. Ese día entró a urgencia por un ataque cerebrovascular y durante nueve meses estuvo hospitalizado en la UCI. El primer diagnóstico de los médicos fue muerte cerebral, sin embargo, resultó ser Síndrome de Guillain-Barré, una afección en la que el sistema inmunológico ataca los nervios.
El monto total de la hospitalización fue de 15 millones de pesos y el copago era de 3 millones, sin embargo todo el proceso tuvo cero costo, al igual que todo el proceso que le siguió y continúa: hospitalización domiciliaria, terapia y atención de distintos profesionales.
“Estamos muy agradecidos del beneficio. Él salió de la UCI con hospitalización domiciliaria y todas las semanas vienen los profesionales a la casa. Tienen asistencia de psicólogos y terapeutas. No puedo explicar lo difícil que ha sido para nosotros esto, pero el copago (cero) ha ayudado mucho”, relata David Varela.
Loli Oliva coincide. Su hija, Alexia Rojas, tuvo un accidente el pasado 2 de octubre, debiendo ser hospitalizada. Estuvo tres días en UCI y fue operada para fijarle la columna, pues tuvo múltiples fracturas en su tórax y columna. El martes 22 de noviembre fue derivada a su casa, donde ha estado con dolor, especialmente cuando debe ser movida para cambio de paños o para comer. De acuerdo a los especialistas, sus posibilidades de volver a caminar son remotas.
Oliva detalla que “para nosotros fue una buena medida, si hubiese tenido que pagar no sé cómo lo habría hecho, tampoco sé cuánto habría costado. Felizmente ella entró al hospital cuando ya estaba vigente el Copago Cero, yo estuve en agosto y tuve que pagar”.