Aplanar la curva. En un escenario donde una vacuna aún está lejos y tampoco hay un remedio al cual echar mano, el concepto es al que se aferran buena parte de los gobiernos del mundo apostando a bajar la velocidad de contagio del coronavirus, con el fin de que los servicios de salud logren dar abasto para atender los requerimientos.

La medida más recurrente en ese sentido ha sido el distanciamiento social y luego las cuarentenas. Es esta última fórmula bajo la que están hoy 38 de las 52 comunas de la Región Metropolitana, luego de que el virus tuviera un vertiginoso aumento de casos. Una medida que viene con precedentes de cierto éxito, considerando que cuando se sometió a las primeras siete comunas a cuarentena, al menos en seis de ellas -cinco del sector oriente de la capital- los contagios bajaron considerablemente.

¿Pero están dando resultados en otras zonas de la región? Un análisis hecho por La Tercera a partir del último informe epidemiológico del Ministerio de Salud muestra una realidad dispar: mientras en la parte norte de Santiago el ritmo de crecimiento parece haber bajado respecto de la semana previa, en el sector sur sigue aumentando, aun cuando de forma un poco menos intensa.

La comparación que se hizo es viendo el porcentaje de aumento o baja de casos reportados entre la semana epidemiológica 18 -que va del 26 de abril al 2 de mayo- y la 19 -entre el 3 y el 9 de mayo-. Para ello, se consideró la situación de las 38 comunas actualmente en cuarentena.

El ejercicio tiene algunas consideraciones: el Minsal trata de asignar a las personas en la semana epidemiológica en la cual comenzaron los síntomas, por lo que las cifras pueden variar en los próximos informes; no considera factores de datos a los que no hay acceso detallado, como variación de cantidad de exámenes hechos por comuna, que podrían explicar mejor algunas diferencias, y por la experiencia previa, la mejor forma de evaluar la efectividad es viendo lo que ocurre a dos semanas de aplicada la medida, con el fin de minimizar las distorsiones.

Sin embargo, y aun considerando estos puntos, aparecen tendencias de interés. Pese a que en promedio la cantidad de casos en las 38 comunas medidas fue 10,9% superior en la semana 19 que en la 18, hay 14 comunas que presentan una variación negativa, es decir, menos casos nuevos en la última semana que en la semana previa.

¿Efecto geográfico?

La lista la encabezan Cerrillos y Quilicura, que tienen 50,5% y 45,3% menos de casos positivos nuevos en la semana del 3 al 9 de mayo. Este caso es interesante, porque ambas comunas -junto con Recoleta y todo Santiago- ingresaron en cuarentena el martes 5 en la noche, unos días antes de lo que lo hizo otro grupo de 12 comunas de la capital, y la ventaja parece haberse reflejado en la disminución.

En el caso de Cerrillos, en las semanas previas los casos sólo habían aumentado: de 20 se pasó a 63, y de ahí se volvió a triplicar hasta 190. Pero tras decretar la cuarentena, la cantidad reportada de nuevos positivos bajó hasta 94. Quilicura replica la situación: si en las tres semanas anteriores las cifras se habían ido duplicando cada vez -44, 90 y 173 casos nuevos-, en el período entre el 3 y el 9 de mayo el número es de 109 confirmaciones.

Y de las 14 comunas que muestran una baja de nuevos positivos entre semanas, 10 pertenecen al sector norte de la capital. Además de Quilicura, en la lista ingresan Renca, Quinta Normal, Cerro Navia, Lo Prado, Independencia, Recoleta, Pudahuel, Huechuraba y Conchalí.

Eso sí, hay un elemento llamativo en este listado. Porque no todas las comunas citadas se encontraban en cuarentena en ese período: ni Lo Prado (que baja 29,5%), ni Pudahuel (desciende 13,3%), ni Huechuraba (baja 6,8%) fueron parte de la medida hasta este viernes en la noche, cuando todo el Gran Santiago ingresó en la restricción de movimientos.

Sin embargo, buena parte de las comunas vecinas que rodeaban a dichos municipios sí tenían la orden vigente, lo que sugiere que pueden haberse beneficiado de un “factor geográfico” de protección.

Dudas en la zona sur

En la mitad de la tabla están comunas que llevan ya al menos un par de semanas en cuarentena y que están más cercanas al promedio general: Puente Alto (baja 4,8%), Estación Central (desciende 2,1%), Santiago (crece 9,73% en casos), San Bernardo (aumenta 10,63% entre semanas) y El Bosque (sube 10,86%).

Pero la mayor parte de las comunas del sector sur de la capital, pese a estar total o parcialmente en cuarentena, tienen aumentos que van entre el 25% y el 80%. El caso más crítico es La Granja, que pasa de 166 casos a 301, una subida del 81%.

El alza también se da en Pedro Aguirre Cerda (37%), La Pintana (43,3%) y San Ramón (43,7%), algo relevante de observar dado que dichas comunas arrastran más tiempo con medidas que restringen a la totalidad de sus municipios o a una zona de ellos.

Otros bolsones relevantes de población, como La Florida (35,4%) y Peñalolén (41,5%), también presentan crecimientos importantes.

Y hay un dato final que viene a refrendar el complejo escenario que enfrentaba la totalidad del Gran Santiago previo a que se decretara la cuarentena total: cuatro de las siete comunas con mayores porcentajes de crecimiento están en el sector oriente de la capital. Aun cuando el mayor salto se da en Colina (130,1%), los municipios de Vitacura (114,3%), Ñuñoa (76,1%), Providencia (64,71%) y Las Condes (50,5%) tienen alzas significativas.

Estas cuatro comunas, además, comparten dos elementos: se ubican entre las con mayores ingresos per cápita de la capital y están en el grupo de las primeras a las que se les aplicó una cuarentena total, de la que luego fueron liberadas en cumplimiento a la estrategia de restricciones dinámicas inicialmente impulsada por el gobierno.

Al menos en dicho caso, la fórmula funcionó para reducir los casos: en Las Condes y Vitacura, por ejemplo, las bajas llegaron a más del 80% a las dos semanas de aplicada la medida. Un resultado que se mira con esperanza de cara a las próximas semanas de encierro en la Región Metropolitana.