"No tenemos más recursos para contratar guardias, estamos totalmente desamparados, no voy a exponer al conserje", cuenta R.A., administradora de un edificio ubicado en Vicuña Mackenna, a solo una cuadra de la llamada "zona cero". Se trata de la Plaza Baquedano, lugar que se ha transformado en algo así como el epicentro de las manifestaciones sociales, que este martes cumplen cuatro meses desde el estallido del 18 de octubre del año pasado (18-O).
Frente a este escenario, la empresa Georesearch, especializada en el levantamiento y análisis de datos georreferenciados, realizó un estudio para evaluar el estado de los principales comercios y servicios en este sector, que ha vivido también una serie de hechos de violencia. El recuento solo excluyó a los colegios, almacenes muy pequeños y botillerías.
Los resultados arrojaron que al 12 de febrero reciente, el 69% de los locales aún se encontraban cerrados, sin atender al público. El 12 de diciembre de 2019 aquella cifre llegaba hasta el 77%. "Si uno va ahora, hay algunos comercios que igual están abiertos, pero ese proceso ha sido lento. Existen negocios que fueron saqueados y y otros con intentos de incendio; entonces, es lógico lo que vemos", explicó dijo el subgerente de informaciones de Georesearch, Cristián Araneda.
Preocupación municipal
La "zona cero" está ubicada en el límite de las comunas de Santiago y Providencia, municipios que han debido emplear distintas medidas para enfrentar el impacto del estallido social. Un sector que ha sido testigo de incendios de magnitud, como el ocurrido en el Museo Violeta Parra o en la U. Pedro de Valdivia. Una simple caminata por sus veredas, a las cuales les faltan pastelones, revela tiendas que no han sacado las planchas metálicas de sus vitrinas.
El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, se refirió ayer a las cifras del comercio y al estado de los residentes: "Los vecinos del barrio Lastarria, San Borja y en el eje Alameda están viendo desde el 18 de octubre muy afectada su cotidianidad y, como autoridades, tenemos que hacer un esfuerzo".
Alessandri también expuso que existe un plan de "recuperación" de la zona cero. Sostuvo que "no los vamos a dejar solos, ya se pueden ver medidas como iluminación, los camellones que se instalaron y una limpieza profunda por el tema de los gases lacrimógenos".
Puntualizó que "ojalá que todas las manifestaciones que se hagan en marzo sean pacíficas; vamos a abogar para eso".
La alcaldesa subrogante de Providencia, Paulina Lobos, indicó que "hemos realizado operativos médicos, psicológicos y con nuestras asistentes sociales en esa zona, donde se han organizados jornadas de contención para enfrentar de mejor manera la crisis".
A lo anterior se suma un subsidio que creó el municipio, mediante el cual se distribuyeron más de $ 270 millones entre 66 comerciantes de la comuna, algunos de ellos justamente de esta "zona cero".
Situación de locales
De acuerdo al estudio de Georesearch, el 100% de las tiendas de música están cerradas, los restaurantes presentan un 46% de cierre y solamente el 50% de las cafeterías se encuentran en funcionamiento con público (ver infografía).
Moisés es dueño del restaurante Aki Go Sushi, ubicado frente al monumento al general Baquedano. "Comercialmente la zona se murió, nosotros hoy día vendemos un 15% de lo que vendíamos antes, con suerte alcanzamos a pagar los gastos fijos del local", reconoce.
Otro comerciante relata que mantuvo su local cerrado durante dos meses y que sufrió el saqueo de otro local, ubicado a solo dos cuadras de distancia. Moisés lo refrenda: "Tuvimos que echar a 10 personas. Acá no podemos trabajar el día completo porque empiezan las turbas a tirar piedras".
Un poco más lejos, a una cuadra de la plaza se encuentra el Caffé Vergnano, que abrió sus puertas recién en enero. "El local anterior se fue porque bajaron mucho las ventas. A nosotros ahora nos ha ido dentro de lo esperado. Es una zona difícil, donde no hay mucho tránsito de gente y también está lo de las protestas", cuenta Benjamín Fabres, a cargo de la barra del lugar.
Fabres expresa que este es "un punto que fue muy céntrico y superimportante. Igual está la idea de levantar esto (el negocio) como un espacio cultural, donde se hagan actividades y sea un lugar encuentro".
El jefe de local de una cadena de supermercados cercana contó que, actualmente, están "vendiendo el 20% de lo de antes (…) Hay mucha gente que me llama porque cree que el local está cerrado, pero les tengo que decir que sí estamos".
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