El incendio en la casona blanca de la Universidad Pedro de Valdivia es una de las imágenes impactantes que ha dejado el estallido social. El plantel se ubica a 200 metros de la Plaza Italia, por lo que está el epicentro de las masivas protestas. Y es la que ha sufrido los peores daños.
Las autoridades académicas dicen que 463 estudiantes usaban esa sede y que la destrucción del edificio es invaluable, por ser patrimonial. Pero solo entre el mobiliario y lo invertido en restaurar la casona y el auditorio, se perdieron $860 millones.
Pero no es el único plantel con problemas. En la primera noche de la crisis, la Universidad Mayor sufrió la destrucción de su campus en la Alameda, donde están las escuelas de Odontología y Fonoaudiología. Hubo daños en la fachada, las oficinas administrativas, espacios clínicos y salas de clases.
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UNIVERSIDAD CATÓLICA. FOTO: RICHARD ULLOA / LA TERCERA. 15.11.2019[/caption]
Además, tras el ataque se informó que quedaron inhabilitados el pabellón de clínicas, que tienen 200 sillones odontológicos, el laboratorio de diagnóstico patológico y los recintos de atención a pacientes. El perjuicio total se avalúa en $800 millones.
Otra institución cercana a la "zona cero" es la Universidad Católica. El viernes pasado, los ventanales de la casa central, que están totalmente destruidos, lucían tapados con latones para evitar nuevos daños, como los que sufrió el Centro de Extensión, mientras que la estatua del exarzobispo Crescente Errázuriz continuaba cubierta de rayados y pintura.
La universidad avalúa en $300 millones la destrucción en esa sede, más $50 millones por los daños en el Campus San Joaquín.
Es decir, solo en esas tres universidades, los perjuicios materiales alcanzan los $2.010 millones.
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UNIVERSIDAD DE CHILE. FOTO: RICHARD ULLOA / LA TERCERA. 15.11.2019[/caption]
Pero todas las instituciones han visto afectada su infraestructura, en mayor o menor medida. La casa central de la Universidad de Chile, por ejemplo, se convirtió en un diario mural de rayados, consignas y demandas sociales de diverso tipo, y desde su techo cuelga un lienzo gigante que dice: "Que Chile decida: plebiscito constituyente ahora".
Además, desde las ventanas del edificio, cuelgan cintas que dicen "peligro", debido a que hay trizaduras en parte del frontis.
Lo mismo ocurre en la Universidad de Santiago, donde los cables de electricidad y líneas telefónicas cuelgan entre las rejas de uno de sus portones, mientras que en las paredes se lee "No hay paz sin justicia ni dignidad".
Y en la UMCE, diversos grafitis hacen referencia a las demandas del movimiento social. "Chao educación de mercado. ¡A recuperar la educación pública!", dice uno de los lienzos.
Planteles técnicos
Los centros de formación técnica e institutos profesionales también contabilizan perjuicios en sus edificios. El AIEP de Viña del Mar sufrió un ataque en el primer piso de su sede, lo que obligó a habilitar aulas virtuales para continuar con los estudios, mientras reconstruyen el recinto.
"En estos tiempos cruciales, nuestra misión se alza más fuerte que nunca. Tenemos la convicción de que los estudiantes, docentes y titulados de la educación técnico profesional desempeñan un rol clave en el importante camino de construir una mejor sociedad", dice el rector de AIEP, Fernando Martínez.
El 9 de noviembre, fue incendiada parte de la sede de Inacap en Copiapó, por lo que las actividades académicas se mantienen suspendidas. Mientras, las autoridades evalúan los daños.
Y a ellos se suman los ataques que sufrieron las sedes de Iplacex en Santiago y Copiapó, y el IP Chile de La Serena.