Las Fiestas Patrias, además de las fondas, la cueca y los símbolos patrios, a veces suelen quedar marcadas por el aumento de fallecimientos a causa de los accidentes derivados del consumo en exceso de alcohol y una conducción riesgosa.

Estos días de descanso también revisten jornadas de preocupación. Por ejemplo, el año pasado hubo 829 siniestros de tránsito, en los cuales 591 personas resultaron lesionadas y 25 fallecidas. Once de ellas murieron por atropellos, cuatro por colisión, seis por choque, y cuatro por volcamientos. Por esta misma razón, para el presente año la red asistencial se preparó recolectando sangre.

Y aunque las muertes en Fiestas Patrias caracterizan algunos días específicos del calendario de septiembre, lo cierto es que están lejos de incidir en las cifras sobre las principales causas de muerte de la gente en Chile.

Y es que al menos durante los últimos tres años hay algo en que los chilenos se han caracterizado en el aspecto sanitario: las causas más comunes de fallecimiento. De acuerdo a cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), desde 2022 se mantienen las mismas tres causas como principales responsables de mortalidad: enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratorias.

Tal es la incidencia de las patologías agrupadas en estas causas que entre las tres concentran más de la mitad de las muertes anuales. Por ejemplo, en lo que va de este año se han registrado 72.493 fallecimientos y el 62% se le atribuye a una de estas razones. Y en 2022-2023, la proporción es más o menos similar, pues el porcentaje es del 55% y el 61%, respectivamente.

Andrés Glasinovic, especialista de la Unidad de Medicina Preventiva de la Clínica U. de los Andes, explica que la razón de que las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores sean las dos primeras causas de se debe “principalmente al envejecimiento poblacional acelerado, al aumento de la obesidad y hábitos no saludables, sumado a factores hereditarios. La mortalidad por causas infecciosas va en disminución debido al mayor desarrollo de la humanidad y condiciones ambientales, sumado al mayor acceso a servicios sanitarios”.

Y específicamente para la primera causa detalla que hay aspectos de estas que pueden ser evitables: “Dentro de las principales enfermedades que explican el primer lugar de las enfermedades cardiovasculares en Chile están el infarto agudo al miocardio y los accidentes vasculares encefálicos, los cuales pueden ser potencialmente prevenibles con estilos de vida saludables y controlando los factores de riesgo cardiovascular, en especial la hipertensión arterial, la dislipidemia, la diabetes y el tabaquismo”.

Respecto de la tercera causa, Jaime Burrows, académico de la Facultad de Medicina de la UDP, explica que “la causa respiratoria tiene que ver con las infecciones virales o las limitaciones crónicas de la función pulmonar también son un dato importante en la población mayor. Dependiendo de la edad de los pacientes, la tercera causa es más móvil y esta podría ser la principal en la población etaria más vieja. Mientras que en los más jóvenes es la tercera causa”.

Esto se puede ver especialmente en invierno, cuando la circulación de influenza sube, afectando principalmente a los pacientes con más edad. De hecho, este año, las muertes asociadas a este virus tuvieron un aumento significativo.

Eso sí, la diferencia entre la primera y segunda causa es mínima. Por ejemplo, durante 2024 se han registrado 18.163 muertes asociadas al sistema circulatorio y 18.938 al cáncer. En los años anteriores, 2022 y 2023, la diferencia fue de 3.293 y 151, respectivamente. Por eso los expertos advierten que este podría ser el primer motivo permanente de fallecimiento. En 2021 también lo fue.

El cáncer puede pasar a ser la primera causa y no necesariamente porque vaya en aumento, sino porque van disminuyendo las muertes asociadas a causas cardiovasculares”, detalla Burrows, quien también fue subsecretario de Salud Pública.

Raúl Aguilar, investigador senior del Ipsuss de la Universidad San Sebastián, agrega que “hay un indicador que se llama los años de vida potencialmente perdidos, que ilustra sobre la pérdida que sufre la sociedad en consecuencia de las muertes de jóvenes o fallecimientos prematuros comparándolo con la expectativa de vida, y aquí el último dato que tiene publicado el ministerio en su página web dice que las neoplasias son, por ejemplo, la segunda causa de años potencialmente de vida perdidos y en mujeres sí son la primera”.