La educación inicial es la etapa más importante en el desarrollo de los niños y, sin embargo, la dotación de educadores de párvulos en el país es baja y se reducirá aún más. Esa es la proyección que realizan Elige Educar y la Fundación Educacional Oportunidad, que advierten que en 2025 faltarán 6.699 de estos profesionales.
El interés por esta carrera ha caído progresivamente desde 2010, cuando ingresaron 5.470 personas a estudiarla, mientras que en 2019 eran apenas 1.834. Si a eso se suma que se titula solo el 51% de sus alumnos, que el 81% de los egresados encuentra trabajo y que anualmente el 6% de quienes ejercen la carrera deserta, el déficit se vuelve evidente.
La carrera enfrenta nuevas exigencias que podrían limitar su matrícula, ya que en 2023 se necesitarán mínimo 525 puntos en la Prueba de Transición para ingresar, y en 2026 la vara subirá a 550. Y junto con ello, se requerirán cada vez más educadores, porque un decreto de 2011 obligará a que en 2024 la cantidad de niños a cargo de un educador en las salas cuna se reduzca de 42 a 21, lo que aumentará la demanda.
En base a esos datos, las organizaciones realizaron un estudio que prevé que al 2025 habrá un déficit de 22% en la dotación de educadores parvularios, los que hoy suman 27 mil en el país. Las regiones más afectadas serían las de Tarapacá y O’Higgins.
¿Qué hay que hacer para darle más valor a esta carrera? Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar, dice que lo más importante es generar campañas de atracción y romper con los estereotipos ligados a la educación parvularia.
“Se tiende a creer que esta carrera tiene un rol más de cuidado de niños que de enseñanza, y eso le quita atractivo y desafío profesional. Otro estereotipo es el de género, porque se cree que es una carrera femenina, que solo puede ser ejercida por mujeres”, explica. De hecho, en el país solo existen 27 hombres desempeñando esta profesión.
También plantea que se necesita reforzar la retención, mientras se estudia la carrera, por ejemplo, a través de una mejora en la Beca Vocación de Profesor, y mientras se la ejerce, con mejoras en el clima laboral y en las remuneraciones. Igualmente, cree que es posible atraer a técnicos para que formen y ejerzan la carrera en poco tiempo.
Cambio cultural
Marcela Marzolo, directora ejecutiva de la Fundación Educacional Oportunidad, propone “mejorar las condiciones laborales y de renta, para que la carrera tenga una mayor valoración social, porque a medida que más niños vayan a prekínder y kínder, se necesitará una mayor dotación”.
También cree que se requiere un cambio cultural, para mejorar la visión que se tiene del mundo parvulario. “Una educación parvularia de mala calidad incluso puede afectar la formación de los niños. Así de clave es este tema. Los educadores deben saber de neurociencia, de didáctica, y deben tener una buena valoración de la sociedad”, dice.
A partir de este año, las educadoras parvularias de jardines subvencionados comenzaron a ingresar a la Carrera Docente, lo que permitirá mejorar sus ingresos. Se comenzó con el 25% de la dotación, pero los expertos creen que pasarán varios años antes de ver el efecto positivo de esta política.
Desde la Subsecretaría de Educación Parvularia explican que esta es la política más importante para mejorar la retención. También recuerdan que se está discutiendo un proyecto de ley que aumenta la subvención por niño en los jardines vía transferencia de fondos, que son administrados por municipios y fundaciones, el que permitirá aumentar la cobertura y los sueldos de las educadoras.
Pero plantean que el estudio tiene una limitación, al no considerar los jardines infantiles privados, de los cuales no se tiene un registro en el país, por lo que anuncian la realización de un estudio propio para dimensionar el déficit.